Para evitar una posible intoxicación alimentaria, es muy importante que tengamos en cuanto el tiempo en el que debemos comernos los alimentos una vez descongelados. Si no hacemos las cosas de manera correcta, el riesgo de que proliferen microorganismos patógenos en los alimentos es muy alto.
Lo primero que debemos saber es que nunca hay que descongelar los alimentos a temperatura ambiente porque supone un gran riesgo por la aparición de microorganismos y bacterias. La forma correcta de hacerlo es pasar los alimentos del congelador al frigorífico.
Una vez en la nevera, la caducidad depende de diferentes variables. En el caso de la carne, una vez la congelamos y descongelamos, se estropea más rápido que la carne fresca. Si se trata de cortes enteros, como por ejemplo chuletas, podemos comerlos en las 24 horas posteriores.
Si queremos aumentar su vida útil, tenemos la posibilidad de cocinar la carne y guardarla en la nevera para que nos aguante hasta 72 horas, e incluso podemos volver a congelarla. Lo que no debemos hacer bajo ningún concepto es volver a congelar la carne cruda una vez descongelada.
Por lo tanto, si se trata de carne o pescado, tenemos 24 horas para consumirlos. Si el alimento en cuestión no lleva ni carne ni pescado, podemos tenerlo hasta 72 horas en el frigorífico.
La nutricionista clínica, Blanca García-Orea, ha hablado con el diario ’20minutos’ para explicar lo siguiente sobre los alimentos descongelados: «No metas nunca comida caliente en el congelador porque podría subir la temperatura de otros alimentos y suponer un riesgo. Además, los alimentos que se han congelado y luego descongelado no se deben volver a congelar, excepto si se han cocinado a más de 70 grados».
¿Cómo descongelar los alimentos de forma segura?
Al contrario de lo que muchas personas piensan, la congelación no supone una pérdida de nutrientes de los alimentos, siempre que sigamos una serie de pautas para llevar a cabo la descongelación de forma segura.
Tal y como hemos explicado, nunca hay que descongelar los alimentos a temperatura ambiente. Lo mejor es hacerlo en el frigorífico un día antes, para que los alimentos poco a poco se vayan descongelando sin perder sus propiedades.
Si no nos hemos acordado de sacar algo el día anterior, podemos descongelarlo en el microondas, aunque no es la mejor de las opciones. La comida no se calienta a una temperatura uniforme, así que lo ideal es poner la función descongelación en intervalos de un minuto. Una vez transcurrido el tiempo, sacamos, removemos el contenido del plato y volvemos a repetir el proceso.
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