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Ebrard vs. Covid-19 y la coperacha del Instituto Nacional de Nutrición | Columnas políticas 17/04/2020

“El Instituto Nacional de Nutrición está pidiendo donativos para atender la pandemia del coronavirus. Las aportaciones son a través de la Fundación para la Salud y la Educación”, destaca Reforma.

“Frentes Políticos”, en Excélsior:

“El actual escenario mundial, que ha obligado a los países a enfrentar una sacudida económica, moral y social por el coronavirus, ha probado la capacidad de cada funcionario. Y en México uno destaca por sobre los demás. Marcelo Ebrard ha respondido desde la SRE a otras funciones que le han encomendado. Tan sólo en las horas recientes, en su batalla conjunta contra el COVID-19, ‘China y México están listos para fortalecer los lazos bilaterales’, dijo el consejero de Estado y canciller chino Wang Yi, en una conversación telefónica con su homólogo mexicano, Ebrard. Esta crisis ha mostrado la falta de preparación de muchos funcionarios del gobierno. Y la experiencia de otros que, como el canciller, son un fuerte cimiento de la 4T. Buenas calificaciones”.

“Templo Mayor”, en Reforma: 

“Si alguien quiere hacer una buena acción, el Instituto Nacional de Nutrición está pidiendo donativos para atender la pandemia del coronavirus. Las aportaciones son a través de la Fundación para la Salud y la Educación y servirán, de entrada, para comprar equipo de protección para el personal de salud. ¿Por qué una de las más importantes y prestigiadas instituciones de salud en México tiene que andar haciendo una coperacha? Pues porque hay humanistas que no quieren hacer buenas obras, sino seguir derrochando recursos en sus megaobras. Y es así como el dinero se va al capricho de construir una refinería, en lugar de estar fluyendo para respaldar al personal médico y de enfermería que está en la primera línea del combate contra el virus. Como dicen en las redes sociales: mejor comprar tapabocas que el derroche de Dos Bocas”.

“La Feria” de Salvador Camarena, en  El Financiero:

“Para muestra un boletín. Uno de hace 11 meses. El 13 de mayo de 2019, el H. gobierno (es un doble decir) de Oaxaca se congratulaba de que había coadyuvado (quiobo con la palabreja) para que Tamazulápam diera agua a San Pedro y San Pedro Ayutla, en la región mixe. El comunicado destaca, en su título, que se trataba de una ‘solución histórica de conflicto por agua potable’. Y el comunicado arrancaba así: “En un marco de civilidad y respeto, el gobernador Alejandro Murat Hinojosa atestiguó la firma del acuerdo suscrito entre las autoridades agrarias y municipales de Tamazulápam del Espíritu Santo y San Pedro y San Pablo Ayutla –perteneciente a la zona Mixe del Estado– para dar fin al problema de acceso al agua potable que existía en la demarcación”. Todo muy bonito en aquella ocasión de promesas huecas. Todo, salvo que, al día de hoy, Ayutla no tiene agua”.

“Trascendió”, en Milenio:

“La bancada panista en la Cámara de Diputados, encabezada por Juan Carlos Romero Hicks, inició una campaña de patrocinio y asesoría legal al personal de las instituciones de salud y a pequeños empresarios para interponer una cascada de amparos; los primeros, para que el gobierno federal les garantice insumos y equipo de protección ante el covid-19; los segundos, para obtener apoyos de Federación, estados y municipios a fin de mitigar los efectos de la pandemia. La mano que mece la cuna…”.




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