Ecologistas advierten riesgo de contaminación por máscaras y guantes

Ecologistas advierten riesgo de contaminación por máscaras y guantes

Muchos elementos usados hoy para protegerse del coronavirus son fabricados con material no biodegradable, por lo que impactarán en los ecosistemas marinos.

El aumento de las mascarillas y guantes desechables que se utilizan para prevenir la propagación del coronavirus se suma al exceso de contaminación plástica que amenaza la salud de los océanos y la vida marina, advierten los ambientalistas.

En Estados Unidos, los Centros de Control de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) recomiendan usar máscaras de tela en público debido a la preocupación de que la Covid-19 pueda propagarse por personas infectadas, pero que no muestran síntomas.

Y aunque las autoridades sanitarias han advertido a los estadounidenses que dejen de comprar máscaras médicas que necesitan los trabajadores de la salud, poco se ha hecho para detener una ola de máscaras y guantes de látex que se usan y desechan.

En redes sociales, se publican imágenes de guantes azules brillantes y máscaras arrugadas que cubren calles, carros de compras, estacionamientos, playas y espacios verdes en todo el mundo, y se deja a los trabajadores de saneamiento y al personal de tiendas de autoservicio la responsabilidad de recogerlos.

Los que no son recogidos pueden ser atrapados por una ráfaga de viento o por desagües y terminar en las vías fluviales y en el océano.

No solo existe un riesgo potencial para la salud por dejar caer máscaras y guantes usados durante la pandemia, sino que muchos contienen materiales que no se reciclan y no son biodegradables. Las máscaras quirúrgicas están hechas con telas no tejidas, incluidos plásticos como el polipropileno.

Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), el plástico causa estragos en los ecosistemas marinos, ya que a medida que gira en el agua, gran parte se descompone en pedazos pequeños, llamados microplásticos.

The Ocean Conservancy descubrió que muchas especies de peces consumen desechos plásticos, confundiéndolos con alimentos reales, y estimó que al menos 600 especies diferentes de vida silvestre están amenazadas por la contaminación.

Pero también existe un riesgo para la salud humana, debido a que el plástico ingresa a la cadena alimentaria con casi mil millones de personas en todo el mundo que consumen pescados y mariscos como su principal fuente de proteínas.

Las máscaras y guantes usados se suman a un problema significativo: por lo menos 8 millones de toneladas de plástico terminan en los océanos cada año, lo que representa el 80 por ciento de todos los desechos marinos, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.

Los colores brillantes de los guantes de látex pueden ser confundidos como alimento por las aves marinas, las tortugas y otros mamíferos marinos, lo que los pone en riesgo de lesiones graves y de muerte.

El año pasado se descubrió que un cachalote, muerto después de quedar varado en una playa en la isla de Harris, en Escocia, tenía casi 100 kilogramos de escombros en el estómago, incluidos paquetes de sogas, guantes de plástico, bolsas y tazas.

Una señal de advertencia temprana de la preocupante tendencia se produjo en febrero, cuando el grupo conservacionista Oceans Asia publicó una foto de docenas de máscaras quirúrgicas que descubrieron en las playas de Hong Kong durante un proyecto de investigación de un año sobre desechos marinos y microplásticos.

Las máscaras contra el coronavirus se están sumando al problema de la basura marina de Hong Kong, que fluye desde China continental y otros lugares.

“La gente piensa que se están protegiendo, pero es necesario proteger a todos, y no tirar la máscara adecuadamente, es muy egoísta”, señaló Tracey Read, fundadora del grupo Plastic Free Seas en Hong Kong.

En Estados Unidos, María Algarra estaba tan preocupada por el aumento de los desechos plásticos que comenzó una campaña el 23 de marzo llamada #TheGloveChallenge, pidiendo a las personas enviar fotos como una forma de rastrear guantes sucios y crear conciencia sobre el problema.

Algarra dijo que le han enviado mil 200 fotos de guantes de plástico desechados, no solo en Miami sino en Nueva York y en Italia, España, Alemania y Nueva Zelanda. Un recuento aproximado suma más de mil 800 guantes, sólo en estas imágenes. Ha recibido muchas fotos de Portugal, Francia y Nueva Jersey en particular.

 

(Ntx)




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