El Gobierno de Estados Unidos aseguró este viernes a los padres o tutores de menores indocumentados detenidos en la frontera que “no habrá consecuencias migratorias” por acudir a recogerlos, en un intento de acortar el tiempo que pasan esos niños en sus instalaciones.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) anunció que anuló una norma de 2018 del Gobierno del expresidente Donald Trump que generaba “un efecto disuasorio” para muchos padres y tutores indocumentados, quienes temían ir a recoger a sus familiares por miedo a ser deportados.
“No habrá consecuencias migratorias para quienes se acerquen” a recoger a sus familiares y no tengan documentos, garantizó una alta funcionaria estadounidense, que pidió el anonimato, en una rueda de prensa.
“Creemos que eso va a tener un impacto real” para recortar el tiempo que pasan en las instalaciones del Gobierno los menores indocumentados, que han llegado en masa a la frontera en las últimas semanas, añadió.
La norma recién cancelada era un memorando por el que la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR), responsable del cuidado en albergues de los menores indocumentados que llegan solos a la frontera, debía compartir información con el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, en inglés).
La ORR, que pertenece al Departamento de Salud, debía notificar a ICE– encargada de las deportaciones en el interior del país- cuando un padre, madre o tutor de uno de los menores bajo su custodia iba a acudir a recogerlo.
A continuación, el ICE debía comunicar a la ORR en un plazo de 72 horas “la información sobre el historial migratorio y criminal relevante” de los padres o tutores y los miembros adultos de su hogar, de acuerdo con el texto del memorando firmado en abril de 2018.
COMBATIR EL MIEDO A SER DEPORTADOS
Según un informe de 2019 de la organización Justice for Immigrants, esa norma generó miedo entre muchos padres y tutores indocumentados, lo que resultó en una “duración más prolongada de la estancia de los niños bajo custodia federal, más costes, separación de familias y un mayor riesgo de abuso o tráfico de menores vulnerables”.
El DHS y el Departamento de Salud reemplazaron este viernes esa norma por “un nuevo memorando de entendimiento que promueve la transferencia y el cuidado de los menores de manera rápida y segura”, indica un comunicado conjunto.
El Gobierno del presidente Joe Biden confía en que las garantías a los familiares de los menores de que no serán deportados repercutan en una menor carga para sus albergues en la frontera, que la semana pasada estaban al 94% de su capacidad.
En las últimas semanas se ha detenido en la frontera a más de 300 menores no acompañados por día, según el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés).
Esos menores se quedan en las instalaciones de ORR una media de “37 días”, y el Gobierno de Biden está haciendo todo lo posible por conseguir más camas y habilitar más albergues ante la llegada constante de niños a la frontera, explicó la citada funcionaria.
“Ahora mismo no estamos en una situación en la que podamos hacer frente a la demanda que estamos viendo”, admitió la fuente.
Antes de pasar a los albergues de ORR, la ley estadounidense dicta que los menores indocumentados que han cruzado solos la frontera pueden pasar un máximo de 72 horas bajo la custodia de la Patrulla Fronteriza.
No obstante, esa regla se está incumpliendo en muchos casos, y esta semana había más de 3,000 niños bajo custodia de las autoridades fronterizas, y casi la mitad de ellos llevaban más de 72 horas, según datos oficiales obtenidos por la cadena CBS News.
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