WASHINGTON DC – Estados Unidos ha calificado un tranquilizante veterinario como una “amenaza emergente” cuando se mezcla con el potente opioide fentanilo, allanando el camino a más medidas para frenar la propagación de la xilacina.
La Oficina de Política Nacional para el Control de Drogas anunció la designación este miércoles, la primera vez que recurre a esta denominación desde que se creó la categoría para drogas de rápido crecimiento en 2019.
Según el doctor Rahul Gupta, director de la oficina de la Casa Blanca, la xilacina es cada vez más común en todas las regiones del país.
En 2020 fue detectada en casi 800 decesos causados por drogas en todo el país, la mayoría de ellos en el noreste. Un año más tarde, estuvo presente en más de 3.000 muertes, mayoritariamente en el sur, de acuerdo con un reporte publicado el año pasado por la Administración de Control de Drogas.
“No podemos ignorar lo que estamos viendo”, afirmó Gupta. “Debemos actuar, y actuar ya”.
La xilacina se aprobó para uso veterinario en 1971. Conocida a veces como “tranq”, en los últimos años ha aparecido en grandes cantidades en los suministros de drogas ilegales utilizadas por humanos.
Valentina tenía solo 14 años cuando ingirió una pastilla que estaba contaminada con el opioide y murió.
Se cree que se añade a otras drogas para aumentar el beneficio económico. Las autoridades están tratando de averiguar qué cantidad se desvía de su uso veterinario y cuánto se fabrica ilegalmente.
La droga ralentiza la respiración y el ritmo cardiaco, en ocasiones hasta niveles letales, y causa llagas y úlceras en la piel que pueden requerir amputaciones. La abstinencia es dolorosa.
Aunque a menudo se utiliza con opioides, incluyendo el fentanilo y otras drogas de laboratorio ilegales, no es un opiáceo. Y no existe antídoto conocido.
El dinero se repartirá entre los estados, gobiernos locales y tribus reconocidas a nivel federal para programas de mitigación de este grave problema en Estados Unidos. Para ver más de Telemundo, visita https://www.nbc.com/networks/telemundo.
Gupta indicó que su oficina pidió $11 millones de su presupuesto para desarrollar una estrategia que aborde la propagación de la droga. Sus planes incluyen desarrollar un antídoto, recabar más información acerca de cómo se introduce en el suministro de drogas ilegales para poder interrumpirlo y estudiar si el Congreso debe clasificarla como una sustancia controlada.
El doctor apuntó que debe seguir estando disponible para uso veterinario incluso mientras se toman medidas para impedir su uso en humanos y apuntó que los sistemas para detectar la droga y los datos acerca de dónde se está utilizando deben mejorar.
La droga forma parte de una creciente crisis de sobredosis en Estados Unidos.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades del país estiman que más de 107,000 personas murieron por sobredosis en el periodo de 12 meses que terminó el 31 de octubre de 2022. Antes de 2020, esta cifra nunca había superado la barrera de las 100,000 personas.
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