El homicidio de Sergio Morales Casas se da a 60 horas del ataque a las oficinas de la Fiscalía Regional ‘C’ de Celaya, en el que un policía ministerial murió.
Por Javier Bravo
Sergio Morales Casas, comandante de la Dirección de Policía Municipal de Celaya, fue ejecutado a balazos la mañana de este lunes mientras circulaba en su vehículo particular por la Avenida Tecnológico.
Morales Casas con más de 25 años de servicio en seguridad pública, viajaba en una camioneta Ford Ranger de color negro y franjas color naranja, al cruzar la calle Salvador Ortega, hombres armados lo interceptaron y dispararon en repetidas ocasiones por la ventana del conductor.
Dejándolo con lesiones en cabeza y pecho al interior de su camioneta y con el uniforme de servicio ya enfundado para trabajar, hasta el momento no hay pistas de los presuntos agresores por parte del gobierno de Celaya o l Fiscalía General del Estado de Guanajuato.
A pesar de las lesiones en el comandante Morales Casas, paramédicos de los cuerpos de rescate dieron los primeros auxilios, pero sólo notificaron la falta de signos de vida.
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Con esta muerte son nueve elementos de seguridad asesinados en los últimos seis días en la entidad y 37 en lo que va de 2019.
El homicidio del comandante Morales Casas ocurrió a 60 horas de que se registrara un atentado a las oficinas de la Fiscalía Regional “C” de Celaya, en el que un policía ministerial murió y tres de sus compañeros fueron heridos, así como un civil.
Desde el atentado contra el delegado del Centro Nacional de Inteligencia, en el que falleció su compañero, pasando por el ataque a las instalaciones de la Fiscalía, en el que falleció un agente ministerial, hasta el asesinato de cinco custodios del Centro de Readaptación Social de Valle de Santiago, se habían asesinado a siete agentes.
En el octavo caso, Jorge Cisneros, quien era el segundo al mando de la policía de Pénjamo, casi ocho horas después de haber sido plagiado, fue encontrado dentro de un vehículo que abandonaron en una comunidad rural del municipio de Huanímaro.
El 18 de septiembre en Salamanca, el delegado del Centro Nacional de Inteligencia, Juan José Olvera, fue lesionado por arma de fuego en un ataque armado en el que falleció su acompañante, cuando ambos circulaban por la carretera Salamanca – Celaya a la altura de la comunidad de Valtierrilla.
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Un día después otro acontecimiento de alto impacto ocurrió en la carretera que corre de Salamanca a la comunidad de Labor de Valtierra; ahí cinco guardias penitenciaros fueron asesinados por un comando armado.
Además, este domingo fue “levantado” por individuos armados un policía auxiliar asignado a la vigilancia del Relleno sanitario “Tinajitas”.
