Estamos acostumbrados a que Máxima de Holanda acapare titulares, además de por sus especiales elecciones estilísticas, por su naturalidad, desparpajo, cercanía y su eterna sonrisa. Cualidades que la han convertido en una de las royals más valoradas del momento, por encima de sus coetáneas. Sin embargo, el mero hecho de encontrarse siempre en el ojo público implica irremediablemente la posibilidad de cometer errores, como así ha sido en sus recientes vacaciones en las islas griegas.
Al margen de la polémica que ha generado el espectacular yate de dos millones de euros que los Orange acaban de estrenar y que hayan podido disfrutar de más de un mes de descanso cuando el mundo se encuentra en una situación límite por la pandemia, lo que de verdad ha provocado fuertes críticas es la actitud ‘irresponsable’ de los Reyes durante una velada en Milos.
Máxima y Guillermo se prestaron a hacerse una fotografía con el dueño de un restaurante sin llevar mascarilla ni guardar la distancia de seguridad. Una imagen que ha generado numerosos comentarios en las redes y que ha supuesto una disculpa pública por parte de los mismos, que han asegurado que todo se debe a un despiste: “ha aparecido una foto en medios en la que se ve cómo mantenemos muy poca distancia. Por la espontaneidad del momento no le hicimos caso. Por supuesto que deberíamos haberlo hecho porque el cumplimiento de las normas del coronavirus también es esencial durante las vacaciones para no contraer el virus”, reza el texto publicado desde el gabinete de prensa de la Casa Real.
Pero los reyes de Holanda no han sido los únicos que en los últimos días han recibido críticas por su comportamiento poco adecuado en relación a la prevención del coronavirus. Mary de Dinamarca ha tenido que disculparse por darle la mano al director de las instalaciones del acuario de Kattedatcenter, que visitó hace unos días, donde tampoco lució mascarilla: “Ayer estuve en Grena para mi primera visita oficial después de las vacaciones de verano. En el mar y en el aire todo fue bien, pero en tierra cometí un error y desafortunadamente llegué a estrecharle la mano a un miembro del equipo del centro. Esto me recuerda lo importante que es que nos ayudemos los unos a os otros a cumplir las recomendaciones. Cuídense y cuiden a los demás”, ha compartido la Casa Real junto a varias imágenes de la esposa de Federico con mascarilla.
A tenor de estos ‘errores’ por parte de algunas royals europeas hay que destacar el impecable comportamiento de la reina Letizia en esta crisis sanitaria. La esposa de Felipe VI no solo no se ha quitado la mascarilla en sus actividades oficiales, sino que además ha procurado mantener la distancia de seguridad y ha buscado formas alternativas para el saludo. Además, a diferencia de royals como Matilde de Bélgica, Kate Middleton o Camilla Parker, doña Letizia ni siquiera ha hecho de la mascarilla un complemento más en términos estilísticos, sino que ha preferido limitarse a las mascarillas higiénicas en tonos neutros para que toda la atención quede focalizada en los efectos de la pandemia y las personas afectadas por la crisis.
El único error que puede achacarse a la reina Letizia es quizás una manipulación no del todo adecuada de la mascarilla en los momentos en los que se ha desprendido de ella. Durante la gira de los Reyes por las distintas Comunidades Autónomas así como en su estancia en Mallorca, doña Letizia ha tendido a sujetar la mascarilla en la mano en los momentos en los que no la llevaba puesta, cuando lo que indican las autoridades es guardarla en una bolsa o en un sobre que no sea de plástico.