Una gasolinera de Petróleos Mexicanos en la Ciudad de México.Alejandro Cegarra (Bloomberg)
El incremento en los precios de los hidrocarburos a nivel global ha dado un respiro a Petróleos Mexicanos (Pemex). Durante el primer trimestre del año la petrolera reportó un aumento del 60% en ventas respecto al mismo periodo del 2021, al pasar de 317.000 millones de pesos a más de 506.000 millones de pesos en ingresos. Además, en los primeros tres meses de 2022 registró una utilidad neta por encima de los 122.000 millones de pesos, una mejoría respecto al mismo periodo del año previo cuando tuvo una pérdida de más de 37.000 millones de pesos. “Las variables más importantes que explican esta situación son la recuperación de los precios a nivel mundial y en menor medida los volúmenes vendidos” indicó en su conferencia con inversionistas Antonio López Velarde, director financiero de la paraestatal, que al cierre de este marzo carga con el lastre de 108.000 millones de dólares en deuda financiera.
Durante el primer trimestre de 2022, la producción de crudo continuó con su tendencia de crecimiento, con un promedio de 1,7 millones de barriles diarios, sin incluir a los socios, que equivale a un crecimiento de 2,3% en relación con la producción del mismo periodo de 2021. “La incorporación de producción de los campos nuevos, contribuyó de manera relevante a estos resultados”, explicó el director de Pemex Exploración y Producción, Ángel Cid.
En su reporte a la Bolsa Mexicana de Valores, la petrolera reconoce como un riesgo la medida del Gobierno federal los controles de precios a los precios en las ventas de gas natural, gas licuado de petróleo, gasolinas y diésel. “Como resultado de estos controles de precios, Pemex no ha podido transferir todos los aumentos en los precios de los productos que sus clientes adquieren en el mercado nacional cuando el peso se deprecia con relación al dólar”, refiere.
Por primera vez desde su adquisición, la empresa estatal rindió cuentas de la operación de la refinería Deer Park. El director general de Pemex, Octavio Romero Oropeza, dio a conocer que durante el primer trimestre este nuevo activo sumó una utilidad de 195 millones de dólares. El complejo fue adquirido en enero pasado por 1.600 millones de pesos. La transacción forma parte de la estrategia del presidente, Andrés Manuel López Obrador, de priorizar la refinación de gasolinas para reducir la importación de grandes cantidades de combustibles del extranjero.
El pago de impuestos y derechos de Pemex al Gobierno mexicano durante los tres primeros meses del año fueron de 99.600 millones de pesos, un aumento del 85% debido también a la recuperación en el precio de la mezcla mexicana. En lo que respecta al robo de hidrocarburos, el hurto se elevó un 40% de enero a marzo de este año, respecto al mismo periodo de 2022, al pasar de 4.300 barriles diarios a 6.000 barriles diarios.
La soberanía energética ha sido una de las principales banderas del Gobierno de López Obrador. El giro consiste, en esencia, en cerrar progresivamente el grifo del crudo al extranjero para que en 2023 toda la producción pueda convertirse en combustible en México o en plantas estatales. Los directivos de Pemex hicieron hincapié en el respaldo que sigue teniendo la petrolera por parte del Gobierno federal. Un apoyo que se constata en las cifras. Durante los primeros meses del año, la paraestatal recibió unos 45.400 millones de pesos por parte de la Administración para el pago de las amortizaciones de deuda en forma de aportaciones de capital. Pese a esta inyección de capital, al 31 de marzo de 2020, el monto total de la deuda financiera de Pemex rebasó los 108.000 millones de dólares.
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