El Athletic se fue con la música a otra parte

Al Athletic le toca vivir mañana en el Ciutat de Valencia una situación muy similar a la experimentada años atrás en el estadio del Espanyol, aunque con matices claramente diferenciadores. Se trata, claro está, de una vuelta de semifinales de Copa lejos de San Mamés con 1-1 en la ida frente a un rival, el Levante, en esta ocasión, consciente de que está a un solo paso de poder hacer historia. Hasta aquí todo viene a ser más o menos similar.

Una de las grandes diferencias de entonces a ahora radica en el hecho de que en Bilbao quedó claro que el conjunto perico había desaprovechado una ocasión inmejorable para haber dejado sentenciada prácticamente la eliminatoria. Los entrenados entonces por Sergio González, el ahora míster del Valladolid, perdonaron la vida a los leones. Eso, en cualquier caso, no fue óbice para que partieran con el cartel de favoritos en su propio feudo.

Valverde, míster el Athletic en aquella época y tanto ex jugador como ex técnico del Espanyol años antes, concienció a sus jugadores de que había que hacer algo para cambiar el guion prestablecido en estas semifinales. Etxeita, uno de los artífices del triunfo de aquella noche en Barcelona, recuerda a la perfección aquellos momentos previos al duelo.

“La sensación antes de la vuelta era que el Espanyol era el favorito, que había estado mejor en la ida. Lo que tenemos que intentar, nos decía Ernesto, es variar un poco esa dinámica. Si conseguimos meter un gol pronto, cambia todo. Y al final fue así. Marcó Aduriz pronto y yo hice el segundo cerca del descanso y les trastocamos las ideas. Me acuerdo, eso sí, de la ida y buf…”, incide el propio Etxeita.

Otra de las novedades introducidas por Valverde en aquella vuelta de la semifinal copera de Cornellà fue de carácter táctico. El Athletic, acostumbrado a desenvolverse con un claro 1-4-3-3, se situó frente al Espanyol con un inusual 1-4-2-3-1. De Marcos, medio en San Mamés junto a San José y Beñat, pasó a ejercer como lateral diestro con Iraola por delante en una triple media punta completada por Muniain en el centro y Williams en la banda izquierda. Balenziaga, por cierto, también fue titular aquella noche.

El Espanyol también preparó a conciencia los aspectos relacionados con el factor ambiental. La música de Raphael, curiosamente, fue una de las iniciativas que más caló entre la hinchada perica. Su tema ‘Mi gran noche’ sirvió para animar los prolegómenos del encuentro desde muchos días antes de la celebración del mismo.

El efecto contagio, paradójicamente, se extendió desde el bando blanquiazul al rojiblanco y la canción en cuestión pasó a formar parte del repertoria de los jugadores y aficionados del Athletic. “Cada vez que la escucho me acuerdo de aquella noche”, señala otro de los protagonistas de aquel triunfo por 0-2.

Etxeita, por su parte, reconoce abiertamente que “la canción de ‘Mi gran noche’ la pusieron ellos, luego la cogimos nosotros y celebramos con ella el pase a una final de Copa, algo que no sucede todos los días, e incluso semanas más tarde el título de la Supercopa. Aquella noche salimos a celebrarlo por Barcelona, pero no hasta muy tarde porque tres días después llegaba el Madrid a San Mamés y, por cierto, también le ganamos


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