El Banco de España avisa de que la segunda ola de la pandemia lastrará la recuperación

Fachada del Banco de España, en Madrid.
Fachada del Banco de España, en Madrid.EFE

El Banco de España se suma a los mensajes de alerta sobre el impacto en la economía de la segunda ola de la pandemia que azota Europa. Las restricciones impuestas aumentarán los riesgos para la estabilidad financiera y lastrarán la recuperación aunque se cuente con un remedio contra la covid a mitad del año que viene. “A finales de 2022 no se habría alcanzado aún el nivel de actividad previo a la crisis”, avisa el Informe de Estabilidad Financiera publicado este jueves.

“El agravamiento de la pandemia parece haber tenido ya un impacto negativo sobre la actividad económica”, afirma el Banco de España. Algo que tendrá consecuencias en todos los ámbitos, incluidas las arcas públicas. “La mayor debilidad de la actividad llevaría a un empeoramiento adicional de las cuentas públicas”, sostiene.

Pese a ello, el supervisor destaca la importancia de la respuesta política al shock económico desatado por la pandemia, algo que se deberá mantener. “En la situación actual de recuperación parcial, desigual e incierta, el mantenimiento de los estímulos resulta crucial”, defiende el banco. Ángel Estrada, director general de Estabilidad Financiera, Regulación y Resolución del supervisor, insiste en ello: “El apoyo público ha sido significativo y sin él la situación habría sido mucho peor. Por eso se tiene que mantener”.

Control de la deuda

Eso sí, esto no supone una barra libre para los Gobiernos. Entre los riesgos que detalla el informe está el de controlar una deuda pública desbocada por un aumento del gasto mezclado con una caída en picado de la economía.

“Es preciso elaborar un plan de reequilibrio de las cuentas públicas que se ponga en marcha una vez que se consolide una senda de recuperación económica y que, de forma gradual, pero sostenida en el tiempo, reduzca el endeudamiento a que ha dado lugar la crisis”, dice el informe. A lo que añade Estrada: “Será necesaria una consolidación fiscal importante y reformas estructurales”.

Entre los riesgos también está la debilidad financiera de empresas y hogares, que han aumentado su deuda. Y una baja rentabilidad de los bancos y el potencial deterioro de su solvencia. “Las pruebas de resistencia realizadas anticipan efectos negativos sobre sus ratios de solvencia”, aclara el documento. De ahí que deslice en el texto la importancia de que siga suspendido el reparto de dividendos de la banca.


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