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El Barça suda en Madrid



Alexia supera a Misa en la acción del 1-3.Manu Fernandez (AP)

Tres años después de citarse por primera vez en un torneo femenino, Real Madrid y Barcelona dejaron el primer gran clásico de sus vidas, por la altura de la competición (unos cuartos de Champions) y la intriga de la trama. A las azulgrana les costó un dolor mantener la hoja de servicios del curso perfecta. Lograron su victoria 35 en otros tantos partidos, sumaron su gol número 177, pero, antes de allanar el pase a las semifinales, también sufrieron un mal rato.

Después de verse superadas durante toda la primera mitad por un equipo local (este martes de negro) muy enérgico y convincente, se colaron en el duelo gracias a un penalti nada más regresar de la pausa que vino precedido por una flojera de la portera Misa a la hora de atacar un balón aéreo. Solo a partir de ahí pudieron imponer su jerarquía y apuntarse el 1-3 de Alexia en la última jugada del descuento. Las muchachas de Toril, finalmente descosidas, terminaron por los suelos tras un gran despliegue de sudor, orden y empeño. Durante un largo trecho, dieron el paso que se exigen para ir acercándose a las campeonas de Europa, pero todavía les queda un hervor para minimizar errores y contener daños. Los encuentros con el Barça también se hacen largos.

Movidas por el entusiasmo, un punto de osadía y la ausencia absoluta de presión, el Madrid se lanzó a por el Barcelona desde el inicio. La noche era fría, pegaba la ventisca al lado del aeropuerto, pero las locales calentaron pronto el choque. Nada les importaron las goleadas previas (5-0 hacía 10 días), ellas empezaron presionando arriba, todo energía. Y pronto encontraron un tesoro. Esther González, una guerrillera que no deja de dar la matraca, recogió un pase erróneo, aguantó y conectó en la izquierda con Olga Carmona, que afinó bien su disparo cruzado ante Sandra Paños: 1-0.

El tanto (el noveno que encajaban las culés esta campaña) retrató la confusión que sufría el Barcelona: eran cuatro defensoras contra dos atacantes; sin embargo, la granadina pudo moverse con calma ante la pasividad de la zaga y esperar el momento para filtrar el pase. Se trataba de la segunda vez en toda la temporada que el Barça se veía por detrás en el marcador. En la primera, acabó ganando 9-1 al Alavés. Nada que ver con lo que le esperaba en el Di Stéfano. El revés acentuó sus dudas. Durante toda la primera mitad, apenas fue reconocible, desnaturalizado en todas las líneas: superado en defensa, sin dictado en el medio y plano en ataque.

Al palo Esther González

Solo amagó en un tramo de 10 minutos antes del descanso: monopolizó el balón y obligó al Madrid a abrigarse. Lo intentó Guijarro desde lejos y, sobre todo, la tuvo Jenni Hermoso por arriba tras un centro de Hansen, pero poco más hasta la pausa. Y en plena reafirmación blanca, el golpe todavía pudo ser mayor con un tiro al palo de Esther González y un mano a mano que Paños le sacó a la andaluza. Dos acciones que volvieron a evidenciar los problemas de la defensa culé, incapaz de hacer valer su superioridad numérica.

La noche era del Madrid, que hacía y deshacía, como así lo demostró nada más regresar del descanso. A Misa le llegó una pelota por el aire, le faltó contundencia para atajar o despejar, y le cayó a Hansen. Olga Carmona contactó con ella en un intento de evitar males mayores y el VAR decretó penalti. No hubo indulto, gol de Alexia.

Una puerta abierta que el Barça aprovechó para desplegarse ya con otra marcha. Las madridistas, sin la fiebre inicial, también se fueron replegando. Poco después de la igualada, la tuvo Claudia Pina, que había sustituido en el intermedio a Ouahabi, pero su disparo se fue arriba cuando ya se relamía. Le costó, pero con el paso de los minutos el Barça fue atornillando al Madrid, cada vez más cansado y metido atrás. Paños pasó a ser una espectadora desde que en el minuto 55 Esther González la enviara arriba.

El último cuarto de hora, el ritmo de las culés ya no tuvo vuelta atrás. La tuvo Aitana Bonmatí con un disparo por encima del larguero y no perdonó a 10 del final Pina, que agarró una pelota suelta dentro del área para certificar la remontada. Misa sacó una mano sobre la línea para evitar el tercero y, cuando todo parecía quedarse ahí, la Balón de Oro le clavó el puñal definitivo a un Madrid que buscaba a la desesperada el empate. Un Camp Nou con gente en las gradas le pondrá el lazo a un cruce cuyo primer episodio tuvo mucha más miga para el Barcelona de lo que indicó el resultado.

Real Madrid, 1 – Barcelona, 3

Real Madrid: Misa; Rodríguez (Robles, m. 78), Peter, Gálvez (Ivana, m. 66), Svava; Abelleira, Zornoza; Athenea, Oroz (Nahikari, m. 78), Olga Carmona (Möller, m. 66); Esther González.

Barcelona: Paños; Torrejón, Pereira (Irene Paredes, m. 65), Mapi León, Ouahabi (Pina, m. 46); Bonmatí (Engen, m. 86), Guijarro, Alexia; Hansen, Hermoso y Rolfo.

Goles: 1-0. M. 8. Olga Carmona. 1-1. M. 53. Alexia Putellas, de penalti. 1-2. M. 81. Pina. 1-3. M. 93. Alexia Putellas.

Árbitro: Lina Lehtovaara. Amonestó a Aitana Bonmatí, Ouahabi, Abelleira, Carmona y Esther González. VAR: João Pinheiro.

Alfredo Di Stéfano: 3.318 espectadores.

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