El barcelonismo reza por el éxito de Coutinho en la Premier


La mejor noticia del año para el barcelonismo ha llegado desde Inglaterra, donde Philippe Coutinho ha arrancado de manera inesperadamente fenomenal su regreso a la Premier. En circunstancias normales, los seguidores del Barça deberían estar un poco moscas por lo bien que juega en el Aston Villa, pero la realidad es muy distinta: el barcelonismo reza para que se consolide ese éxito y Coutinho, que juega allí cedido hasta final de temporada y tiene contrato con el Barcelona hasta junio de 2023, se quede en Birmingham y no regrese jamás al Camp Nou.

Coutinho es el fichaje más caro de la historia del Barça, que pagó por él al Liverpool 120 millones de euros (más otros 40 en variables) en enero de 2018. Y es también el jugador por el que los barcelonistas sienten más desapego, por decirlo con palabras amables. Y tiene mucho mérito porque la competencia en materia de desapegos ha sido feroz en los últimos años, con Dembélé, Griezmann y Umtiti como serios candidatos también al premio limón.

Philippe Coutinho pasó tres temporadas en el Inter (incluyendo unos meses de estadía cedido en el Espanyol) hasta que en el mercado de invierno de la temporada 2012-13 llegó al Liverpool, el club que le catapultó al estrellato mundial aunque nunca ganó la Premier. Paradojas de la vida, los tres títulos de liga de su carrera los ganó en el Barcelona (dos) y en el Bayern, donde jugó una temporada cedido por el Barça. Pero es en la Premier donde más le recuerdan y el Aston Villa se hizo con sus servicios por lo que resta de temporada a cambio de sufragar el 65% del salario (el 35% restante lo sigue pagando el Barcelona).

En su debut el 15 de enero en Villa Park entró de suplemente contra el Manchester United en el minuto 68 y marcó el gol del empate (2-2) en el minuto 81. Un chute de adrenalina y de moral para un jugador cuyo principal problema parece ser la falta de confianza en sí mismo.

El Aston Villa, que empezó desastrosamente la temporada y echó al respetado Dean Smith a principios de noviembre tras cinco derrotas consecutivas, eligió a Steven Gerrard como sustituto. Gerrard, que la temporada pasada hizo al Glasgow Rangers campeón de Escocia, invicto, tras 10 años sin ganar el título, coincidió con Coutinho en el Liverpool, donde jugaron juntos tres temporadas hasta su retirada en el verano de 2015, y saludó con entusiasmo la llegada del brasileño. Y con razón: en sus primeros nueve partidos en Birmingham ha marcado cuatro goles y ha dado tres asistencias.

En la arrolladora victoria ante el Southampton (4-0), Coutinho encandiló a público y crítica y también a su entrenador. “Cuando Phil está cómodo y feliz todos sabemos que estamos ante un jugador de clase mundial”, declaró Gerrard tras aquel partido. Sin embargo, para inquietud de los barcelonistas, añadió respecto al futuro del brasileño en el club: “Tenemos que seguir disfrutando de Phil y conseguir que siga teniendo buena salud, pero no tiene ningún sentido que tomemos una decisión ahora”.

Según la prensa británica, el Aston Villa no tendría demasiados problemas en pagar los 40 millones de euros que acordó con el Barcelona si desea quedarse a Coutinho en propiedad al término de la cesión. El problema es el sueldo del jugador, que se acerca a los 30 millones de euros brutos al año. Unas tres veces más de lo que cobraba Jack Grealish, el jugador mejor pagado del Villa hasta que fichó esta temporada por el Manchester City. La llave la tiene Coutinho: ¿Aceptará bajarse el sueldo para seguir en el Villa? ¿Preferirá volver al Camp Nou para mantener sus ingresos? ¿O quizás intentará buscar acomodo en un club más grande de la Premier aprovechando el impacto que de momento está provocando su regreso?

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