La celebración de la primera edición del nuevo Benidorm Fest, del que anoche salió elegida la cantante Chanel para representar a España en la próxima cita de Eurovisión en Turín, volverá el año próximo, ha anunciado la Generalitat Valenciana, una de las instituciones promotoras del evento junto a RTVE y el Ayuntamiento de Benidorm.
El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, presente anoche en la gala de la final, ha destacado este domingo la contribución del festival a la reactivación económica de la ciudad sede del evento y ha insistido en que ha sido un éxito, avalado por los millones de espectadores que han seguido alguna de las tres galas, y por el ambiente en la ciudad. “Es el embrión de lo que va a ser la consolidación del festival”, ha explicado Puig.
“Durante los próximos años vamos a seguir trabajando con RTVE para sacarle toda la potencialidad. Benidorm no solo ha sido noticia en España, también en el resto de Europa”, ha confirmado el presidente valenciano, que considera el festival una pieza estratégica en “la recuperación turística de la Comunidad Valenciana y de un destino tan emblemático como es Benidorm”.
Los preparativos para la edición de 2023 comienzan con la previsión, siempre que la pandemia lo permita, de que el evento se expanda, con más actividades en la ciudad durante la semana y mayor presencia de artistas valencianos.
La ocupación hotelera durante este fin de semana ha alcanzado el 60%, según la Generalitat, lo que contribuye a desestacionalizar la oferta en una época complicada. La gala de Benidorm Fest fue seguida por 2.966.000 personas, convirtiéndose en el programa más visto del año de TVE. En total, casi once millones de personas han seguido alguna de las tres galas.
Los promotores del nuevo festival anunciaron en julio del año pasado que recuperaban el viejo certamen musical —donde los principales artistas españoles se curtían en escenarios que mezclaban la promoción turística con la plataforma de lanzamiento de una carrera artística— para seleccionar al representante de España a Eurovisión.
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Era una convocatoria abierta, preselección y tres galas retransmitidas en directo, dos semifinales y una final. Ese es el recorrido que han seguido, con éxito de espectadores, los artistas candidatos. Ya lo decían hace seis escasos meses el presidente de RTVE, José Manuel Pérez Tornero, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y el alcalde de Benidorm, Toni Pérez. “El objetivo es lograr una óptima selección del representante español en Eurovisión y convertir Benidorm en punto de encuentro y promoción de la música española”.
La organización del Benidorm Fest se gestó durante un encuentro entre Pérez Tornero y Puig en Valencia. Había que encontrar una fórmula para “potenciar a la gente joven, el empleo y la cultura” con el fin de “superar la pandemia y recobrar la ilusión”. El gancho del antiguo certamen servía para “unir la nostalgia internacional con la apuesta por transformar el futuro”.
Además, otros países con recientes éxitos en el festival europeo, como Italia, Suecia, Noruega o Portugal, acuden a este mismo método para elegir a sus representantes, en festivales como los de San Remo, Melfest, Melodi Gran Prix o el Festival da Cançao, respectivamente.
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