El brillante aquelarre de Maria Rodés

“Con Lilith, hay una atmósfera lúgubre, un folk que recuerda al embrujo de Joni Mitchell, pero termina por mezclar con aliento nocturno vals, jota, bossa-nova, seguidillas y baladas mediterráneas. Un lujo”. Es lo que escribe el periodista musical Fernando Navarro sobre el último disco de Maria Rodés (Barcelona, 34 años), Lilith, seleccionado en la lista de Babelia como el mejor álbum español en 2020.

Rodés protagoniza una nueva entrega de The Furious Sessions. La compositora catalana viene acompañada de tres instrumentistas para interpretar una jota aragonesa de carácter atípico. Son Marta Roma (chelo), Marina Tomás (guitarra eléctrica) e Isabelle Laudenbach (guitarra española), que también han participado en la confección de los arreglos de Lilith, producido entre Rodés y Joel Condal.

Rodés interpreta Seguramente fui yo, uno de los singles de su último disco. Este trabajo gira en torno al mundo de las brujas, rindiendo así un personal homenaje “a todas aquellas mujeres libres que se atrevieron a mostrar su inteligencia, su curiosidad, su creatividad y su inconformismo; arriesgándose así a acabar en la hoguera, como pasó con muchas de ellas”, señala Rodés.

La canción nos cuenta la historia entre dos personas que conviven, una de ellas, la voz narradora, parece tener dudas sobre si la otra es una bruja. De esta forma Rodés hace un pequeño guiño a los rumores o habladurías que muchas veces precedían a las acusaciones de brujas, terminando con un hechizo que pone fin a la canción.

El álbum, que toma el nombre del folclore judío Lilith (primera mujer de Adán, al que no quiso someterse y por ello abandonó el Edén), presenta una destacada presencia de ritmos y sonoridades del folklore ibérico y latinoamericano, que bajo un filtro sonoro contemporáneo ejercen de puente entre pasado y presente, entre mito y realidad.

Maria Rodés ha sido incluido en prácticamente todas las listas de lo mejor del año y sus canciones han sonado en el primer programa de radio del año del compositor y cantante David Byrne, quien ya contó con la artista catalana en 2015, invitándola a tocar al Meltdown Festival, programado por él mismo y pidiéndoles que abriera su concierto en Las Noches del Botánico 2018.


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