Representantes de las organizaciones agrarias Asaja, Coag, Upa y de las Cooperativas Agroalimentarias han planteado al comisario de Agricultura y Desarrollo Rural, Janusz Wojciechowski, sus principales exigencias en relación con la nueva Política Agrícola Común (PAC) durante su visita a España. Sus demandas se centran en una mayor estabilidad de la PAC, mayor defensa frente el exterior, que la política verde no sea una política de números rojos, controles más rigurosos sobre los costes de producción, aplicación de la Ley de la Cadena Alimentaria y una distribución de los fondos fundamentalmente para la explotación familiar viable y profesional.
El comisario se ha comprometido a la defensa de sus propuestas, muy especialmente en lo referido a la contención de los costes, en la lucha contra las prácticas comerciales desleales y la defensa de unas importaciones que cumplan las mismas exigencias que deben cumplir los productos comunitarios. El representante comunitario, que también mantuvo una reunión de trabajo con el ministro español del ramo, Luis Planas, señaló su compromiso con los damnificados por el volcán en La Palma y su apoyo a la carne española, de cuya calidad nunca dudó.
Desde Asaja, su presidente Pedro Barato denunció algunas de las propuestas comunitarias como la estrategia “De la granja a la mesa”, al entenderla como una carrera de exigencias medioambientales con recortes en el uso de abonos, plaguicidas o zoosanitarios que ponen en peligro la propia actividad y sobre todo el autoabastecimiento comunitario. Tampoco comparte la política de redistribución española de los fondos de la PAC cuando se reducen a un profesional, para entregárselos a uno que no lo es. Y denuncia que suban los costes en el campo, que suba el IPC, pero que los agricultores cobren cada día menos, algo que se evitaría si se cumple la Ley de la Cadena.
El nuevo responsable de Coag, Miguel Padilla, centró sus denuncias al comisario en el mayor peso que día a día ganan los grandes fondos de inversión o grupos multinacionales en la actividad agraria, eliminando a los pequeños profesionales con el riesgo de que un día puedan decidir abandonar el negocio y con ello dejar un sector en ruinas. Coag reclama a Bruselas una política más coordinada en materia de costes de producción para frenar las actuales subidas que hacen inviable la actividad con medidas de choque o mayores controles y la urgencia de poner coto a las importaciones desde terceros países a las que no se piden las mismas exigencias que en la Unión.
El secretario general de Upa, Lorenzo Ramos, destacó por su parte la urgencia de apoyar el modelo de explotación familiar y profesional, así como de una mayor política redistributiva de los fondos comunitarios de la PAC. Y de las Cooperativas Agroalimentarias, su presidente Angel Villafranca ha reclamado una PAC con una mayor estabilidad y evitar algunas iniciativas medioambientales que pueden convertir la política verde en una política de números rojos para los agricultores y ganaderos.
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El comisario se comprometió a defender en Bruselas los planteamientos del sector agrario español al que reconoció su gran capacidad para producir alimentos siendo uno de los ejes en la oferta comunitaria. Igualmente, recogió la demanda de exigir a las importaciones desde terceros países unas condiciones iguales a las pedidas a los productores comunitarios, además de la posibilidad de que otros países de la UE puedan aplicar el contenido de la Ley de la Cadena Alimentaria. El comisario se felicitó de que España hubiera sido uno de los primeros países en presentar su Plan Estratégico donde ubicar los 47.724 millones de ayudas previstos en la próxima PAC y que debe estudiar Bruselas en los próximos tres meses.
Luis Planas resaltó el esfuerzo hecho en los últimos tres años por todo el sector, comunidades autónomas y Administración central para elaborar una estrategia con la mirada puesta en la sostenibilidad el respeto al medio ambiente y en la rentabilidad de la actividad. El ministro se comprometió a realizar un mayor seguimiento de los costes de producción y anunció el debate en el próximo Consejo de Ministros de la UE, ya bajo presidencia francesa, sobre las condiciones de las importaciones desde terceros países.
En relación con el debate de las últimas fechas sobre las macrogranjas, la calidad de la carne y el bienestar animal, el ministro Planas considera que es un asunto cerrado y que no se ha producido ningún efecto negativo sobre la evolución de las exportaciones. Al menos no se ha visto por el momento.
Desde el sector agrario, las organizaciones coinciden en la irresponsabilidad de poner en duda la calidad de la carne española, fundamentalmente en manos de pequeñas y medianas explotaciones, y del cumplimiento mayoritario de las exigencias sobre bienestar animal. En medios ganaderos se ve como un debate complejo, donde es fácil la demagogia desde organizaciones medioambientalistas.
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