El comienzo del curso escolar ha podido a los rebrotes en el mercado laboral. Dicho de otra forma, las contrataciones en el sector educativo han tirado del empleo en octubre y han elevado la afiliación a la Seguridad Social en octubre en 113.974 personas. En cambio, la hostelería, la actividad más afectada por las medidas contra la pandemia, perdió cotizantes. A pesar de ese aumento de la ocupación, el paro registrado subió en octubre en casi 50.000 personas, según los datos divulgados este miércoles por los ministerios de Seguridad Social y Trabajo.
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Con este incremento de afiliación van seis meses consecutivos en los que se recupera parte del empleo perdido en los primeros compases de la crisis del coronavirus. Y, sin embargo, sigue sin ser suficiente. Los 18,99 millones de cotizantes con empleo que contabiliza la Seguridad Social —incluyendo a los 633.000 afectados por ERTE todavía— están por debajo de los 19,25 millones que había en febrero, antes de que explotara la crisis.
La cadencia de recuperación del empleo no solo se observa en los seis meses que se encadenan con ganancias en la afiliación. También se aprecia en el dato desestacionalizado, en el que se eliminan de la estadística los altibajos que producen temporadas agrícolas y picos de contratación como el inicio del curso escolar. En este caso sí que es homogéneo el comportamiento del paro registrado y de cotizantes con empleo, ya que ambos son datos positivos: uno baja y el otro sube.
También la marcha de los ERTE muestra esa mejoría. Esos 633.000 que todavía tienen el empleo suspendido o reducida la jornada, para que su empresa no sufra con toda su crudeza el embate de la pandemia y ellos acaben despedidos, es una cifra más baja que en septiembre, cuando esta se situaba en 728.000.
En el análisis por ramas de actividad es donde se ve con mucha claridad lo estrechamente vinculado que está al comienzo del curso escolar a las ganancias de afiliación. Es una de las tónicas de la estacionalidad del mercado laboral español. No es solo que gane mucho empleo en verano con las temporadas altas de turismo —en años normales, no en 2020— y lo destruya al final del verano. Hay otras actividades que también recurren abusivamente al empleo temporal y una de ellas es la educación. Lo que hace que cuando comienza un curso se disparen sus contrataciones y al acabar se multipliquen los despidos.
Esta dinámica se ha traducido en 2020 en el aumento de 135.000 afiliados solo en el régimen general, a los que habría que añadir otros casi 2.500 autónomos más. No obstante, este año, probablemente por la crisis, el aumento de la contratación en el sector ha sido menor que en ejercicios anteriores. También ha sido peor la evolución de la hostelería, que habría destruido unos 85.000 empleos asalariados.
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