Las muestras de cariño y afecto con nuestros seres queridos no son las mismas desde que el coronavirus llegó para cambiar por completo casi todos nuestros hábitos. También ocurre para quienes tienen un familiar en el hospital y, por medidas de seguridad, no pueden ir a visitarlo. Si el mes pasado vimos cómo un grupo de amigas de Buenos Aires alquilaba una plataforma elevadora para ver a una compañera ingresada, esta vez una imagen similar ha tenido lugar en un hospital de Castel San Giovanni (Piacenza). En esta localidad italiana, un anciano de 81 años acudió la semana pasada al patio del centro médico acompañado de su acordeón, su sombrero de pluma y su mascarilla, para interpretar varias canciones a su mujer, Carla, con quien lleva 47 años casado, que le escuchó y vio desde la ventana de su habitación.
La emisora italiana Radio1 entrevistó al protagonista del vídeo, Stefano Bozzini, que aseguró que nunca habían estado tanto tiempo separados. Este lunes, tras diez días de ingreso hospitalario, Carla fue dada de alta y pudo volver a casa junto a su marido. El hijo de Bozzini explicó en una publicación en Facebook que, como las medidas de seguridad en Italia impiden visitar a familiares ingresados en el hospital, pidieron permiso para acceder a uno de los patios exteriores del hospital para que su padre pudiera tocar dos o tres canciones a su mujer.
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