Conforme llega el final del año, parece que Netflix comienza a “ponerse las pilas” en lo que a contenido de calidad se refiere. Durante el 2022, la plataforma no se ha caracterizado especialmente por publicar grandes obras en su catálogo, más bien potentes blockbusters. Algunos han dado resultados tan buenos como Tyler Rake 2, mientras que otros como Agente Stone se han quedado a medio camino. Sin embargo, ahora le llega el turno a El Conde, la última apuesta del cineasta Pablo Larraín.
Larraín es quizás el director más puntero que ha dado recientemente el cine iberoamericano. El chileno estuvo nominado al Oscar a mejor película Internacional por No, pero después ha ido ganando presencia en las galas de la Academia sobre todo, por narrar biopics de forma poco convencional. Ahí están Jackie o Spencer, dos caras de la moneda de la tragedia femenina de la historia contemporánea. La primera a nivel estadounidense, la segunda en el Reino Unido. Si en Jackie, Larraín afrontaba el fragmento justamente posterior de Jaqueline Kennedy tras el asesinato de J.F.K., en Spencer se reflejaba desde la fábula, imaginando cómo serían unas últimas navidades siendo Lady Di antes de recuperar su apellido de soltera, divorciándose de Carlos de Inglaterra. ¿Pero es El Conde otro biopic singular del director? Pues, podemos decir que es atípico, pero que para nada es una historia biográfica.
‘El Conde’: Augusto Pinochet es un vampiro
La sinopsis oficial de El Conde es la siguiente: “Una comedia negra que imagina un universo paralelo inspirado en la historia reciente de Chile. Retrata a Augusto Pinochet, símbolo del fascismo mundial, como un vampiro que vive escondido en una mansión en ruinas en el frío extremo sur del continente. Alimentando su apetito por el mal para sostener su existencia. Después de doscientos cincuenta años de vida, Pinochet ha decidido dejar de beber sangre y abandonar el privilegio de la vida eterna. Ya no puede soportar que el mundo lo recuerde como un ladrón. A pesar del carácter decepcionante y oportunista de su familia, encuentra nuevamente una inspiración para seguir viviendo una vida de pasión vital”.
La cinta estuvo nominada a mejor película en el Festival de Cine de Venecia y terminó llevándose el galardón a mejor guion. En el reparto tenemos a Jaime Vadell encarnando al dictador, mientras que Gloria Münchmeyer, Alfreo Catro, Paula Luchsinger y Antonia Zegers.