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El coronavirus se propaga por Corea del Sur: 433 casos en 4 días


SEÚL, Corea del Sur — Corea del Sur reportó el sábado un notable incremento en el número de casos de coronavirus, que en apenas cuatro días se multiplicó por ocho hasta los 433, en su mayoría vinculados a un templo y un hospital dentro y en las inmediaciones de la cuarta ciudad más importante del país, donde trabajadores médicos se apresuraban para chequear a más de 9,000 fieles.

El país confirmó su tercer fallecido por el virus: un hombre de 40 años que fue hallado muerto en su casa y dio positivo de forma póstuma.

Existe preocupación por que el número de víctimas mortales pueda aumentar. Los pacientes de COVID-19, la enfermedad causada por el nuevo virus, con indicios de neumonía u otras patologías graves fueron trasladados del hospital de Cheongdo a otras instalaciones, dijo el viceministro de Slaud, Kim Gang-lip, a reporteros. Diecisiete de ellos presentaban un cuadro crítico, agregó.

El brote ha entrado en una nueva fase grave, agregó el funcionario, que mostró un optimismo moderado acerca de que pueda contenerse en la región que rodea a la ciudad de Daegu, donde se reportó el primer caso el martes.

En otra noticia positiva, China dijo el sábado que su conteo diario de nuevos casos bajó significativamente hasta 397, aunque otras 109 personas fallecieron a causa de la enfermedad. La mayoría de los nuevos casos y de los decesos, a excepción de tres, se localizaron en la provincia de Hubei, donde se detectó el virus por primera vez el pasado diciembre.

Las nuevas cifras, además de una revisión al alza del recuento anterior en Hubei, llevó el número total de casos registrados en la China continental a 76,288, con 2,345 muertos. China ha restringido severamente los viajes e impuso una estricta cuarentena para frenar la propagación del virus.

La súbita e ingente demanda de material de protección contra el coronavirus y la escasez de este, sumada a los temores de la gente, han hecho que los chinos saquen punta a su ingenio para tratar de protegerse ante la epidemia.

Algunas regiones chinas, ansiosas por la reapertura de las fábricas y la reactivación de sus economías, han aliviado las restricciones al no detectarse casos nuevos en los últimos días. Las provincias de Liaoning y Gansu rebajaron su nivel de emergencia y dos ciudades en Shaanxi reanudaron el servicio de autobús y retiraron los controles en las estaciones de tren, de bus y en algunas autovías.

De los 229 nuevos casos en Corea del Sur, 200 estaban en Daegu y en regiones próximas, que se han convertido en el último frente en la lucha global contra el nuevo coronavirus.

El sábado en la mañana, la ciudad de 2.5 millones de habitantes y áreas cercanas sumaban 352 pacientes, incluyendo los dos fallecidos en el hospital Cheongdo. El gobierno surcoreano declaró una “zona de gestión especial” allí y está enviando ayuda para aliviar la escasez de camas, de personal médico y de equipos.

Los estadounidenses hacen parte de los cientos que fueron evacuados de un crucero en Japón.

“Aunque estamos empezando a ver algunos casos más en todo el país, las infecciones siguen siendo esporádicas fuera de la zona de gestión especial de Daegu y de la provincia de Gyeongsang Norte”, explicó Kim en una conferencia de prensa. Además, hizo un llamado a mantener sólidos controles fronterizos para impedir la entrada de infecciones procedentes de China y otros países.

Las autoridades investigan además una posible relación entre los fieles de un templo y el repunte de los casos en el hospital de Cheongdo, donde por el momento se han infectado 110 personas, en su mayoría pacientes del ala psiquiátrica.

Funcionarios de salud examinaron a 9,300 fieles, y dijeron que 1,261 presentaban tos y otros síntomas. Cuatro habían viajado al extranjero en los últimos meses, uno de ellos a China, aunque la visita fue a principios de enero y no estuvo cerca de Hubei.

Sin embargo, se desconoce el estado de salud de la abuela.

La ansiedad es palpable en otras partes del país. En la capital, Seúl, el temor al virus llevó a muchos a evitar las tiendas y restaurantes y a comer en casa y encargar lo que necesitaban por internet. Los buses y los metros estaban llenos de gente con máscaras.

En Japón, uno de los 16 nuevos casos reportados era el de un profesor de escuela secundaria de 60 años, lo que despertó preocupaciones por la salud de otros maestros y estudiantes de Makuhari, en la prefectura de Chiba, al sureste de Tokio.

Por su parte, las autoridades sanitarias de Irán reportaron el sábado la quinte muerte por coronavirus en el país y 10 nuevos casos, elevando el total a 28.

En las últimas semanas han proliferado en las redes sociales de Filipinas, Indonesia o Vietnam multitud de mensajes de odio hacia los chinos, a los que se identifica casi automáticamente como transmisores del patógeno.

Arabia Saudita prohibió viajar a Irán y dijo que cualquier persona procedente de la República Islámica tendrá que pasar una cuarentena de 14 días antes de ingresar a territorio saudí. La decisión afecta directamente a los miles de iraníes que viajan a La Meca y a Medina para peregrinajes islámicos.

En todo el mundo, cerca de 78,000 personas contrajeron la enfermedad en 29 países, y más de 2,300 murieron.

En Italia se reportó el deceso de un hombre de 78 años por el COVID-19 y el número de pacientes más que se cuadriplicó tras una serie de casos en el norte del país hasta un total de 19. Una docena de localidades de la región estaban en cuarentena el sábado.

En Estados Unidos, 35 personas dieron positivo por el virus, incluyendo 18 que fueron repatriadas desde un crucero en cuarentena en Japón y un nuevo caso reportado el viernes en California.


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