Hasta ahora todos teníamos la convicción de que el COVID-19 se había originado en la ciudad china de Wuhan a finales del pasado año 2019. Sin embargo, el análisis de una muestra de agua de la depuradora del Prat de Llobregat obtenida en marzo de 2019 desmonta esta teoría. Y es que en esa muestra se ha hallado material genético del coronavirus con la técnica PCR.
El estudio ha sido presentado esta semana en el servidor medRxiv y está a la espera de ser evaluado por la comunidad científica. De confirmarse los resultados, sería la primera detección del coronavirus realizada hasta el momento a nivel global. El caso más antiguo del que se tenía constancia era de noviembre de 2019 en una muestra de aguas residuales en Italia.
Esta detección llevada a cabo en Barcelona demuestra que el coronavirus lleva circulando más de un año por el mundo. Los expertos explican que el virus no se originó en Wuhan, aunque la pandemia sí empezó en la ciudad china.
Rosa Pintó, catedrática de Microbiología de la Universitat de Barcelona (UB) y codirectora de la investigación, explica que no se puede estimar a cuántas personas afectó el virus en marzo de 2019, pero sí que tuvo que ser una cifra muy alta para que los restos del virus puedan ser detectados en las muestras de la depuradora.
Lo más sorprendente es que en las muestras siguientes, de los meses de septiembre y diciembre de 2019, no hay el más mínimo rastro del virus. No vuelve a aparecer en las aguas residuales de la depuradora hasta mediados de enero de 2020. A partir de esa fecha las cantidades del virus aumentan de forma exponencial hasta principios de abril.
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