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El curioso motivo por el que nunca encontrarás un tiburón blanco en los acuarios

El tiburón blanco es uno de los animales más peligrosos que hay, un clásico de los mares que muchas personas tienen curiosidad de ver alguna vez en la vida pero que no es fácil, ya que es un peligro encontrárselo en el mar y no es posible hacerlo en un acuario ni centro similar. ¿Sabías que nunca podrás encontrar un tiburón blanco en un acuario? Te contamos el motivo por el que esto no es posible en ningún lugar del mundo, aunque en muchos lo han intentado… sin éxito.

Por este motivo nunca verás un tiburón blanco en un acuario

Lo cierto es que son varios los motivos por los que no podrás ver un tiburón blanco en un acuario, el principal y más importante porque se trata de una especie que muere a los pocos días de estar en cautividad, por muchos recursos que el centro en cuestión tenga para hacerle la vida lo mejor posible.

En varias ocasiones se ha intentado tener un tiburón blanco en un acuario, y el tiempo máximo que se consiguió que estuviera con vida fueron seis meses, récord logrado en 2004 en el acuario de Bahía de Monterrey, en Estados Unidos. Hasta ese momento, el récord era de tan sólo 16 días, pero tras esos seis meses de récord fue devuelto al océano ya que había matado a varios de los animales marinos que vivían en el acuario.

Los expertos aseguran que cuando un tiburón blanco llega a un acuario lo hace herido a causa de su captura y posterior traslado, y no suele recuperarse al estar en cautividad, por lo que termina muriendo. Estos tiburones prefieren las aguas abiertas, e incluso estando en libertad no se suelen quedar mucho tiempo en la misma zona, nadan largas distancias y son especies migratorias.

En el año 2016, un acuario japonés anunció que iba a tener un tiburón blanco en sus instalaciones… y murió a los 3 días. La cautividad es realmente peligrosa para los tiburones blancos, entre otros motivos porque utilizan campos eléctricos para ubicarse y localizar objetos, un sentido especial que se ve alterado por las descargas eléctricas que producen los cristales de los tanques en los acuarios, lo que hace que terminen por perder la capacidad de detectar el cristal y se hagan daño al chocar contra él.

Además, es el animal marino más agresivo, por lo que meter un tiburón blanco en un acuario supone un alto riesgo para la vida de los demás animales marinos que van a compartir el tanque con él.

 


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