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El curioso motivo por el que todo el mundo está poniendo sal en el café

El café es una de las bebidas más populares del mundo y los países donde más se consume son: Finlandia, Dinamarca, Noruega, Brasil, Italia, Estados Unidos, España, Japón, Colombia, Reino Unido y México. Ahora, ha surgido una costumbre de lo más curiosa: poner sal en el café. Puede parecer una auténtica locura, pero, en cuanto te contemos para qué sirve, seguro que tú también empiezas a hacerlo.

¿Por qué poner sal en el café?

En realidad, es un truco muy sencillo para mejorar el sabor del café. Quienes lo han probado aseguran que está más dulce y suave, ya que echar una pizca de sal al café elimina parte del amargor de esta bebida. Esto puede ayudar a reducir la cantidad de aditivos que le añades, como el azúcar o la leche.

Por lo tanto, si sueles tomar café habitualmente y no quieres que te sepa tan amargo, simplemente añadiéndole una pizca de sal, tendrás tu taza lista. No tendrás que ponerle otros aditivos que no le hacen ningún bien a la salud. La razón es que el cloruro sódico, más conocida como sal de mesa común, suaviza el amargor.

Esto es algo que se aplica no solo en el café, sino en cualquier alimento o bebida. Por ejemplo, Karlos Arguiñano utiliza la sal parea quitarle el amargor a la berenjena. Una investigación de 1997 publicada en ‘Nature’ señala que la sal potencia el sabor con la «supresión selectiva del amargor y la liberación de la supresión de sabores agradables como el dulzor».

Sara Marquart, encargada de Sabor en The Coffee Excellence Center, explica en ‘Perfect Daily Grind’ que «la sal resalta naturalmente la dulzura del café y mantiene los aromas agradables. Si las personas son sensibles al amargor, incluso en el café de especialidad, añadir sal es una buena alternativa al uso de leche y azúcar», según recoge ‘Business Insider’.

Respecto a la cantidad de sal, lo recomendable es añadir simplemente un cuarto de cucharadita por taza para eliminar el amargor de la bebida. Además, es importante tener en cuenta que el amargor también se debe en gran medida a la forma en la que se prepara.

Para evitar que adquiera un sabor amargo e intenso, no hay que dejarlo reposar durante demasiado tiempo, ni utilizar agua demasiado caliente o usar un tamaño de molienda que no es el correcto.

Ahora que sabes para qué sirve, ¿te animas a añadir una pizca de sal a café la próxima vez que te tomes uno?


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