Hay multitud de expresiones que utilizamos a diario pero sobre las que desconocemos su origen, como «joder la marrana». Seguro que has dicho esta expresión en alguna que otra ocasión para hacer referencia a algo que se estropea. Normalmente, se usa cuando alguien llega a un lugar molestando: «Con lo tranquilos que estábamos y tuvo que llegar este a jodernos la marrana».
Pues bien, al contrario de lo que todo el mundo cree, la palabra ‘marrana’ no se refiere a la hembra del marrano (cerdo), sino al eje de la rueda de la noria. En la antigüedad, la noria era un instrumento que se utilizaba para subir el agua de los pozos. Por lo general, el movimiento se conseguía mediante tracción animal.
Pero, ¿qué relación puede tener este instrumento con la marrana? El chirriar del engranaje al girar la noria recordaba al gruñido del animal. Por lo tanto, el origen de «joder la marrana» proviene de la acción de sabotear la noria echando arena o atracándola con un palo o una barra de hierro.
Las disputas por el uso de la noria eran muy comunes entre los campesinos. Estos iban a moler el trigo, y el que conseguía el primer turno antes podía ir al mercado a vender la harina. Esto hacía que, en algunas ocasiones, los otros campesinos trataran de sabotearla.
Otras expresiones en español
Además de «joder la marrana», hay otras expresiones en español de las que es interesante conocer su origen:
- «Armarse la Marimorena»: su origen data al Madrid de los Austrias del siglo XVI. En la villa había una taberna regentada por un matrimonio formado por Mari La Morena y Alonso de Zayas. Ella era conocida como Mari La Morena. La taberna se hizo muy famosa a raíz de una pelea que se produjo, lo que obligó a abrir un proceso judicial . Se cuenta que en la trifulca Mari La Morena arremetió a golpes contra un grupo de soldados, y así nació la expresión.
- «Estar en Babia»: esta expresión se refiere a aquellas personas que están distraídas y absortas en sus pensamientos. Babia es una localidad de León donde la realeza se retiraba a descansar. Según algunos estudios, cuando los monarcas volvían a palacio y no querían que los molestaran, sus sirvientes debían poner como excusa que «estaban en Babia».
Por último, a modo de curiosidad, cabe señalar que el diccionario de la RAE recoge nada más y nada menos que 88.000 palabras. Es el idioma más rápido de pronunciar.
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