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El debate sobre la vacunación obligatoria se traslada a las universidades


INDIANAPOLIS, Indiana – La inminencia del nuevo semestre está obligando a las universidades de Estados Unidos a decidir qué medidas pueden tomar para proteger a sus campus del COVID-19, entre la doble presión legal y política y de aumento de las tasas de contagio.

Cientos de instituciones de educación superior han avisado a sus estudiantes que deben estar plenamente vacunados contra el virus antes del comienzo de las clases.

La Universidad Estatal de California (CSU), la academia pública más grande del país, se sumó a la lista junto con la Universidad Estatal de Michigan y la Universidad de Michigan. Sus anuncios sobre los peligros de la contagiosa variante Delta coincidieron con la nueva guía de los Centros de Control y Protección de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) para el uso de mascarillas, basada en nuevas investigaciones del contagio.

El rector de CSU, Joseph I. Castro, dijo que los brotes de la variante constituyen un “factor nuevo y alarmante que debemos tomar en cuenta al proteger la salud y bienestar de estudiantes, empleados y visitantes”.

Pero son muchas más las universidades que se abstienen de emitir órdenes de vacunación, reflejo de las limitaciones que enfrentan las autoridades académicas al adoptar requisitos de seguridad para las clases presenciales.

LOS REPUBLICANOS SE NIEGAN A IMPLEMENTAR RESTRICCIONES POR EL COVID-19

Muchos estados gobernados por los republicanos han prohibido las órdenes de vacunación o presionado a las autoridades académicas para que limiten las medidas contra el virus incluso entre los estudiantes que viven en residencias atestadas. Los adversarios de las medidas dicen que violan la libertad personal.

Algunas universidades han esquivado las prohibiciones mediante ofertas tentadoras tales como loterías de matriculación gratuita y computadoras, en el intento de elevar la tasa de vacunación de los estudiantes a 80% o más.

Hay ciertas excepciones que permiten a los empleados negarse a recibir la vacuna.

Y unas pocas han aprobado medidas contrarias a las disposiciones de sus gobiernos estatales republicanos: Nova Southeastern de Florida obliga a sus empleados y Wesleyan de Nebraska a sus 2,000 estudiantes a vacunarse.

Las universidades privadas tienen un margen de libertad de acción mayor en lo que hace a las normas sobre el coronavirus, según los expertos. Academias privadas prestigiosas como Harvard, Yale, Notre Dame, Northwestern, Duke y Stanford requieren que sus estudiantes reciban la vacuna.

La profesora Dorit Rubinstein Reiss especialista en derecho de vacunación de la facultad de derecho de la Universidad de California, dice que la zona gris más extensa es si las universidades pueden requerir obligatoriamente la vacuna durante un estado de emergencia federal.

Los tribunales probablemente permitirán a las autoridades universitarias tomar medidas para proteger la salud de los estudiantes, pero muchas instituciones no pueden evadir la realidad de que los estados prohíben requerir el uso de la mascarilla.

“En el caso de una universidad estatal, es probable que la oposición a la posición política vigente dure poco tiempo”, dijo Reiss.


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