“El Presidente no quiere gobernar. Lo que pretende es una revolución”, destaca El Financiero.
“Frentes Políticos”, en Excélsior:
“Tras hacer pública una iniciativa para fusionar el IFC, la Cofece y la CRE en el Instituto Nacional de Mercados y Competencia para el Bienestar, y la polémica que generó, Ricardo Monreal cerró el paso a toda especulación y pospuso la presentación de su propuesta. No sólo eso. Con la sensibilidad de saber escuchar y tolerar las distintas opiniones, abrió el proceso para la discusión y revisión de cada uno de los puntos. La opinión de especialistas, analistas, personalidades y grupos sociales, será esencial para aterrizar la iniciativa, dijo. Monreal aclaró que, lejos de lo que se manejó, no se trata ni de consolidar un superpoder ni de caminar hacia el autoritarismo; y menos aún atentar contra la autonomía constitucional, sino de sacar adelante una reforma trascendente. Gesto democrático de un verdadero hombre de Estado”.
“Templo Mayor”, en Reforma:
“Qué bien que Andrés Manuel López Obrador incluyó en su decálogo la necesidad de ser optimistas. Qué mal que la realidad se empeñe en llevarle la contraria. Mientras el presidente de México ce en su bola de cristal que el país tendrá una pronta recuperación económica en forma de “V”, levantarse tan rápido como se cayó, los analistas dicen que sería bonito que fuera cierto, pero no hay de dónde agarrarse para sustentarlo. De entrada, está el informe de JP Morgan que tuvo que modificar a la baja sus previsiones para ubicar la caída de la economía este año ¡en 10.5 por ciento!”.
“La Feria” de Salvador Camarena, en El Financiero:
“El Presidente no quiere gobernar. Lo que pretende es una revolución. Así lo anunció varias veces, mas hoy lo confirma con demasiada frecuencia. Como el sábado, fecha en que lanza una proclama (eso es fácil, eso le gusta), en vez de anunciar medidas concretas y bien fundamentadas para aliviar, a los más posibles, los efectos de la crisis (eso no le gusta). A ver, que me puse creativo, redacté un decálogo para remediar las preocupaciones de los mexicanos, traigan la cámara. Dónde les parece que me ponga a grabar el mensaje. Y el decálogo surge, inopinadamente, pasto que sirve de comidilla en las redes sociales; palabras que nada construirán en medio de un desbarajuste nacional”.
“Trascendió”, en Milenio:
“Los ministros de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación debatirán esta semana un tema que incidirá en la forma en que las autoridades calcularán las indemnizaciones que se pagan a las víctimas de la violencia en México. Hasta ahora han aplazado dos veces la discusión de un amparo otorgado a una familia que perdió un hijo en el incendio de la Guardería ABC, en Hermosillo, y exige una cantidad considerable. El asunto es tan delicado que hasta la propia Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas admite que con esas sumas reclamadas ese sistema de atención está en riesgo de quebrar”.