Aunque la temporada de verano aún no ha comenzado oficialmente, las altas temperaturas de las últimas semanas han hecho que muchos aprovechen para hacer alguna escapada a los diferentes lugares de costa que ofrece nuestra geografía. Es el caso de Ernesto de Hannover, que no ha dudado en marcharse a Ibiza en compañía de su pareja, con la que está a punto de celebrar dos años de amor.
El aristócrata y Claudia Stilianopoulos, hija de la inolvidable Pitita Ridruejo, han disfrutado de unos días de sol y mar en la Isla Blanca, un destino muy especial para ellos, ya que fue allí mismo donde, al parecer, surgió su amor. En un reportaje al que ha tenido acceso este digital, se ve al todavía marido de Carolina de Mónaco aprovechando el buen tiempo para darse unos chapuzones en las cristalinas aguas de Baleares y tomar el sol a bordo de un yate, no solo junto a la artista, sino también con un grupo de amigos.
Unas imágenes que no dejan lugar a dudas sobre el buen momento que está viviendo Ernesto de Hannover y que, en el fondo, contrasta con la realidad de sus últimos meses. Entre las polémicas con su hijo mayor, Ernesto Augusto y los litigios en los tribunales, el panorama del aristócrata parecía, en principio, mucho más sombrío de lo que se deduce de esta escapada a Ibiza. En traje de baño, sonriendo, bromeando, tomando el sol y compartiendo confidencias con su pareja, nadie diría que la situación del todavía jefe de la Casa Güelfa es complicada, sino más bien todo lo contrario. Solo llama la atención que, tras sus últimos problemas de salud, el aristócrata ha perdido mucho peso y todavía no ha recuperado la forma física de antaño.
Pero, no es ningún secreto que en muchas ocasiones las apariencias pueden llegar a engañar y en este caso, las fotografías, más allá de mostrar que Hannover vive ajeno a los problemas o al menos, intenta que no le afecten, el reportaje ha puesto sobre la mesa una de las cuestiones más relevantes de la vida sentimental de Ernesto de Hannover. De un tiempo a esta parte, tras algunos años de ‘escarceose, el Príncipe parece haber encontrado en la hija de Pitita Ridruejo a la compañera ideal de camino, de hecho, se ha trasladado a Madrid, donde ella reside.
Sin embargo, esto lleva inevitablemente a pensar en Carolina de Mónaco. Y es que no hay que perder de vista que, a día de hoy, Hannover y la hermana de Alberto de Mónaco, siguen estando casados. La pareja contrajo matrimonio en el año 1999 y la suya fue una boda marcada por la polémica, ya que se comentaba que la hija de Grace Kelly había interferido en el matrimonio de Hannover con su primera mujer, Chantal Hochuli que, curiosamente, era una de sus mejores amigas. A esto hay que añadir que Carolina y Ernesto, que se casaron el mismo día en el que la Princesa cumplía 42 años, fueron padres de Alexandra apenas unos meses después. No es necesario entrar en detalles sobre todas las especulaciones que en su momento se dispararon sobre el nacimiento de la princesa Alexandra, la única de las hijas de Carolina de Mónaco que lleva tratamiento de Alteza Real. No obstante, con esta boda, la tercera para la Princesa, se cumplía uno de los sueños de su madre, que años atrás quiso emparejarlos.
Y precisamente por una cuestión relacionada con este tema, la hermana del príncipe Alberto aún no se ha divorciado de Ernesto. A día de hoy, Carolina, que vive volcada en sus diferentes causas y en sus nietos, lleva el título de princesa de Hannover y tratamiento de Alteza Real que, curiosamente, está por encima del de princesa de Mónaco. Varias fuentes apuntan a que Carolina no quiere perder este estatus y esto, añadido a que en ningún caso quiere facilitar a Ernesto de Hannover que se pueda casar de nuevo o tener otro hijo que entre en la sucesión como legítimo heredero, prefiere no dar ningún paso. Es más, parece que la hermana de Alberto de Mónaco habría llegado a algún tipo de acuerdo con los hijos mayores del Príncipe en este sentido.
Aunque las fiestas de Ernesto de Hannover, sus escándalos y sus escarceos no han sido nunca un secreto, lo cierto es que su relación con Claudia Stilianopoulos parece ir más en serio de lo que cualquiera de su entorno podría haber esperado. Verles cómplices y cariñosos en Ibiza, incluso dando rienda suelta al romanticismo y dejándose llevar, tal como muestran las imágenes no es, en ningún caso, una situación idílica para la todavía mujer del Príncipe. No cabe duda de que, a día de hoy, a Carolina le importa más bien poco lo que haga Ernesto, pero la realidad es que una infidelidad pública confirmada tan de facto podría ser el empujón que le hace falta a la actual princesa de Hannover para iniciar los trámites de separación. Cosa distinta es que tenga motivos de peso -que los tiene-, para hacer la vista gorda y mirar a otro lado por sus propios intereses y los de su familia.
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