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El detenido por descuartizar a su pareja en Torrevieja tiene antecedentes de violencia machista con otra mujer


El hombre detenido tras presuntamente matar y descuartizar a su pareja en Torrevieja (Alicante) tenía antecedentes por maltratar a otra mujer, según la subdelegada de Gobierno en Alicante, Araceli Poblador. El arrestado sigue bajo custodia de la Guardia Civil mientras avanza la investigación y en espera de pasar a disposición judicial. Se le acusa de un delito de homicidio con la posible agravante de género, una vez se confirme oficialmente la identidad de la víctima.

Poblador, que ha presidido un minuto de silencio convocado en el Ayuntamiento de Torrevieja, confirma que el detenido, de origen finlandés, de 70 años, estaba incluido en el sistema Viogén de seguimiento de casos de violencia de género del Ministerio del Interior. También ratifica que la víctima no había denunciado a su presunto agresor (como ocurre en casi el 80% de los asesinatos machistas, según Igualdad), con el que mantenía una relación desde febrero, apunta la Guardia Civil.

La subdelegada explicó que la mujer, de 68 años y también finlandesa, tenía hijos de una relación anterior y que tanto la víctima como el detenido eran “vecinos regulares de Torrevieja, aunque él llevaba más tiempo en España”.

El caso se conoció el jueves, cuando una persona que rebuscaba en un contenedor de basura de la ciudad halló lo que parecía una pierna humana, en torno a las 13.30. Dio aviso a la Guardia Civil, que envió a una brigada de Policía Judicial el lugar.

Los agentes confirmaron que se trataba de restos humanos y realizaron un registro de los depósitos de residuos del entorno, la zona menos transitada de un barrio situado en uno de los accesos a Torrevieja en el que se ubican varios supermercados y un instituto de secundaria. En otro contenedor, según fuentes cercanas a la investigación, hallaron más restos, pertenecientes, según todos los indicios, a una mujer.

Tras acordonar la zona, y paralizar la recogida municipal de residuos, los responsables de la investigación detectaron la presencia del ahora detenido en las proximidades del lugar. La identificación se produjo tras revisar las cámaras de vigilancia del supermercado situado frente al contenedor, afirman fuentes próximas a la investigación.

La Guardia Civil arrestó al sospechoso y lo condujo a su domicilio, situado a apenas 300 metros del contenedor en el que se produjo el primer hallazgo y justo enfrente del segundo. Una vez en el interior de la vivienda, los agentes localizaron más restos del cadáver, envueltos en bolsas de plástico. La Guardia Civil busca “la totalidad de las pruebas” en diferentes puntos de transporte y tratamiento de residuos de la provincia.

El instituto armado señala que aún están ultimando la identificación de la víctima, a la espera de los dictámenes de la autopsia y del Laboratorio de Criminalística de la Comandancia de Alicante.

“El descuartizamiento con arrojamiento de restos busca hacer desaparecer el cadáver”, explica el forense Miguel Lorente, exdelegado del Gobierno contra la Violencia de Género, informa Pilar Álvarez. “Tiene un componente de crueldad e ira, pero además tiene uno instrumental: ocultar lo que han hecho”. Lorente, que lleva décadas analizando el modus operandi de los crímenes machistas, advierte de que hay que estar vigilantes por si se está produciendo un cambio en los agresores. “Cuando un hombre lleva a cabo un homicidio de este tipo, normalmente no se esconde y se reivindica”, señala el forense, “pero ahora hay una visión más crítica a nivel social, gracias al feminismo, y eso puede conllevar que no se muestren tan reivindicativos y que lo intenten disfrazar como que su pareja se marchó”. Por eso, pide que se sigan de cerca este tipo de comportamientos “para no cerrar en falso futuros casos”.

Este año han sido asesinadas 36 mujeres por sus parejas o exparejas. La cifra se eleva a 1.117 asesinadas desde que empezó el recuento oficial en 2003. Y 44 menores han perdido la vida a manos de sus padres o parejas de sus madres desde 2013.

El 016 es el teléfono de atención a las víctimas de violencia machista. No deja rastro en la factura, aunque es preciso borrar el número del registro de llamadas. Para casos relacionados con menores, también pueden dirigirse al teléfono de la Fundación Anar (900 20 20 10).


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