Alma Nieto ha participado en los procesos de exhumación de las fosas clandestinas de Cuautla y Jojutla; acusó a las autoridades de usar la pandemia como pretexto para retrasar más la búsqueda de su hijo.
Por Héctor Raúl González
A nueve años de la desaparición de su hijo Diego Armando, Alma Griselda Nieto Manuel lamentó la indolencia con la que las autoridades de Morelos atienden los casos de personas desaparecidas.
Frente al memorial de las víctimas, en el acceso principal a la sede del Poder ejecutivo estatal, Alma Griselda dijo que a diferencia de los funcionarios del gobierno de Cuauhtémoc Blanco ella y las otras madres de desaparecidos no han dejado de buscar a sus seres queridos, incluso a pesar de la pandemia por el coronavirus SARS-CoV-2.
“Mis motivos son la justicia y encontrar a mi hijo. Hoy cumple 9 años de desaparecido, fue en 2011, un día como hoy marcaron la vida de mi hijo y la mía para toda la vida. He tocado puertas y hay muchos políticos que se levantan el cuello diciendo que tienen valores, siempre me dicen lo mismo hasta ahorita, que van a trabajar, que van a dar seguimiento y hasta la fecha el expediente de mi hijo sigue abierto, no han dado carpetazo, pero no, no han hecho nada que porque no hay elementos suficientes para seguir la investigación”, dijo.
La mujer, quien ha participado en los procesos de exhumación de las fosas clandestinas de Cuautla y Jojutla, acusó que las autoridades han usado la pandemia de coronavirus como pretexto para retrasar aún más el proceso de búsqueda de su hijo.
“Ustedes saben que se atravesó esto de la pandemia y con mucha más razón ponen pretextos y a ver qué otra cosa se viene más adelante. No es justo, porque nosotros, aunque esté la pandemia, seguimos en la lucha y vamos a seguir, aunque nos hayan mandado a tapar la boca, esto no quiere decir que nos van a callar, vamos a seguir hablando y levantando la voz”, afirmó.
Durante un mensaje que leyó ante reporteros, la madre de Diego Armado, quien al desaparecer tenía 28 años de edad, contó parte del martirio que ha vivido en la búsqueda de su hijo.
“En este 2020 se cumple un año más de mi hijo desaparecido, uno más de falsas alarmas, de angustia, de rumores, de búsqueda de tumbas, de recibir críticas malsanas de personas insensibles, de ver rostros casi sin vida de mis compañeras de drama, de rondar oficina, tras oficina de gobierno, esperando el llamado de una buena nueva.
“Un año más de desgaste físico y moral en mí y sobre todo un año más de una incertidumbre que acaba. Hasta ahora se han encontrado en varios estados de la República Mexicana muchos cuerpos enterrados clandestinamente. Yo me pregunto ‘¿cuántos más habrá en todo el territorio mexicano y en todo el mundo?’”, expresó.
Cuestionó la participación de las autoridades en esos delitos de desaparición.
“No me cabe en mi lógica de ciudadana el hecho de que los autores de los desaparecidos hayan rebasado al gobierno, pues en tal caso estamos hablando de un mal gobierno, así como de funcionarios y autoridades que no pueden contra la delincuencia. Sea porque son ineptos o bien reciben mochada, en ambos casos deberán ser no solo cesados, sino procesados por haber ostentado cargos inútilmente y por haber actuado fuera de la ley”, aseveró.