Gianfranco Franciosi era un mecánico náutico en la costa italiana que recibió una oferta de construir botes para un hombre que resultó ser un narcotraficante. Su deseo de hacer lo correcto lo convertiría en el primer civil infiltrado de la policía italiana y en una pieza fundamental de la Operación Albatros, que permitió incautar más de tres toneladas de cocaína en la costa de Galicia. Su historia, tratada bajo el velo de la ficción, está contada en Los relojes del diablo, una miniserie de ocho capítulos de Mediaset y RAI basada en el libro que Franciosi escribió con ayuda del periodista Federico Ruffo. Giuseppe Fiorello y Álvaro Cervantes protagonizan este relato de crimen, traición y muerte bajo la dirección de Alessandro Angelini que Cuatro estrena este lunes a las 22.45.
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Fiorello encarna a Marco Merani, una versión imaginaria de Franciosi. El actor describe a Marco como alguien “especial y extraordinario”, capaz de arriesgar su vida por un gran sentido del deber y la responsabilidad. El intérprete italiano ha comentado por correo electrónico que trabajó de forma estrecha con Franciosi en el desarrollo del personaje: “Desde el principio, Gianfranco no ha dudado en apoyarme, sobre todo para la preparación técnica y de orientación en todo lo relacionado con las lanchas. Le estoy sumamente agradecido por lo que ha hecho y por haberse fiado de mí”.
El otro pilar de la historia es el cabecilla de la red de narcotráfico, Aurelio Vizcaíno, interpretado por el barcelonés Álvaro Cervantes, quien le encarga a Marco la construcción de unos barcos con ciertas especificaciones para facilitar el contrabando marítimo. Cervantes explica por teléfono cómo evoluciona la unión de ambos personajes: “Aurelio va a ir pidiéndole trabajos cada vez mayores y se da cuenta de que este mecánico, como él lo llama, es realmente bueno. Eso estrecha esa relación de confianza y convierte a Marco en la mano derecha de mi personaje”, ha indicado el actor, quien anteriormente protagonizó Brigada Costa del Sol y Carlos, rey emperador.
Aurelio es análogo al traficante gallego Elías Piñeiro, quien contactó a Franciosi por primera vez en 2005 y manejaba una red que abarcaba desde Colombia hasta Italia. Franciosi asegura que solía regalar relojes como agradecimiento a quienes trabajaban para él y el suyo vino con una advertencia: “Te daré otro el día que te mate”. Piñeiro fue detenido en 2011 por la Policía Nacional y sentenciado en 2015 por un tribunal italiano a 19 años de prisión por narcotráfico.
Cuando al infiltrado le llega su hora
Cervantes considera que Los relojes del diablo es un thriller que indaga más allá de la figura típica del infiltrado: “Marco es un tipo corriente que se ve entre dos mundos, sintiéndose en ocasiones abandonado por parte de la policía y como pez fuera del agua en el mundo criminal”. El actor señala que el drama de las consecuencias de ayudar a las fuerzas del orden a costa del entorno que Franciosi había cultivado por años es lo que hace que la serie sobresalga en comparación con otros policiales.
Fiorello, por su parte, ha lamentado “las injusticias” que sufrió Franciosi una vez terminada la operación e indica que, “sin él, esta historia no existiría, ni se habría podido alcanzar un objetivo de investigación de semejante calado”.
El actor, nacido en Sicilia, se ha sentido complacido por la recepción que la serie ha tenido en su país natal, en donde se emitió en noviembre por RAI 1. “Ha captado el interés de cinco millones de personas amantes de este tipo de historias, cargadas de intriga, miedo y una importante trama sentimental poco previsible”, concluye Fiorello.
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