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el error que no debes cometer al poner el ventilador tras meses sin usarlo

Apenas quedan unos días para dar la bienvenida al verano, por lo que poco a poco las temperaturas van en ascenso. En esta época del año el ventilador se convierte en nuestro mejor aliado, pero debemos tener especial cuidado a la hora de ponerlo en funcionamiento por primera vez después de meses guardado en el trastero. Durante todo este tiempo ha estado cogiendo polvo, sobre todo en la zona de las aspas, e incluso en el motor.

¿Qué ocurre sino lo limpiamos?Si lo ponemos directamente en marcha, todo ese polvo acumulado durante tantos meses se dispersará por toda la habitación y puede acabar siendo perjudicial para nuestra salud, tal y como alertan los expertos. Por suerte, esto es algo muy fácil, ya que simplemente tenemos que pasar un paño antes de ponerlo en funcionamiento.

Pero poner en marcha el ventilador sin limpiar el polvo no solo es malo para la salud, sino que puede causar un incendio por el mal funcionamiento del motor.

Giuseppe Capanna, ingeniero de seguridad de productos en Electrical Safety First, señala que «la gente debería comprar sus ventiladores en un minorista de confianza que conozcan y en el que confíen, registrar el producto con el fabricante y nunca dejarlo encendido mientras duermen o están fuera de casa”, según recoge el portal ‘Computer Hoy’.

Consejos de uso para aprovechar el ventilador

Además de limpiar el polvo, hay otros consejos que debemos tener muy en cuenta para sacarle el máximo provecho posible al ventilador este verano.

Lo primero que debemos saber es que, una vez lo pongamos en marcha, la puerta de la habitación debería estar abierta. Si cerramos la puerta, aumentará la presión y no conseguiremos refrigerar la estancia.

El ventilador solo no recoge el aire caliente y expulsa aire frío como el aire acondicionado, sino que simplemente lo mueve. Por lo tanto, a la hora de colocar uno de pie o de sobremesa, tenemos que garantizar el flujo de aire. Cuanto más diáfano tenga el entorno, mucho mejor.

En lo que respecta a la altura, lo mejor es situarlo tan cerca del suelo como sea posible para que recoja el aire fresco y lo mueva y expulse hacia arriba.

Si el calor es sofocante y necesitamos un plus de frescor, hay un truco que puede ser muy útil. Solo tenemos que colocar un bol lleno de cubitos de hielo y un puñado de sal delante del ventilador. De esta manera, el aparato moverá el frío que emana del hielo, creando una sensación muy refrescante.


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