Antes de que Meirás abra sus puertas al público, la familia Franco podrá hacer la mudanza del pazo, pero no en decenas de camiones como esperaba, sino en el discreto transporte en el que quepan los electrodomésticos y aquellos enseres que no recoge el inventario llevado a cabo por orden judicial el 11 de noviembre. Así lo proponen los abogados del Estado en un escrito entregado a la juez de Primera Instancia 1 de A Coruña después de recibir un informe al respecto de la Dirección General de Patrimonio. En este documento se señala también que en adelante la comisión de expertos que estudia los “usos futuros” del inmueble histórico determinará el “grado de conexión” con el bien de interés cultural de los 697 objetos inventariados. Aquellos que no formen parte del relato histórico también podrán ser entregados a los nietos del dictador.
Este martes ha tenido lugar por videoconferencia la segunda reunión de la comisión técnica con representantes de todas las administraciones y se acordó abrir los jardines de Meirás a partir del sábado 30. El interior de los inmuebles tendrá que esperar hasta la segunda mitad de marzo a causa de las obras que hay que llevar a cabo para “garantizar la seguridad” del público”. El alcalde de Sada, Benito Portela, advirtió sin embargo en la reunión que el cierre perimetral del ayuntamiento en el que se enclava el pazo, a causa de la pandemia, impedirá el día 30 visitas de personas de fuera del municipio.
El Secretario de Estado de la Memoria Democrática, Fernando Martínez, ha explicado al final de la cita que el Gobierno plantea que las visitas del público al interior del edificio principal puedan realizarse “a partir de la segunda quincena” de marzo, “siempre y cuando las condiciones de seguridad lo permitan y finalicen los arreglos de los desperfectos existentes y de la instalación eléctrica”. Pero ha apuntado la posibilidad de que se vayan “abriendo algunas estancias antes, en caso de conformidad”.
En la videoconferencia, el conselleiro de Cultura de la Xunta de Galicia, Román Rodríguez, instó a iniciar cuanto antes la apertura de dos de los espacios más singulares del conjunto: la capilla, donde se exhiben dos estatuas románicas de profetas de la catedral de Santiago, en manos de Franco desde antes de 1960, y la biblioteca de Emilia Pardo Bazán. Tanto las esculturas del taller del Maestro Mateo como los volúmenes están protegidos como bienes de interés cultural, lo mismo que el pazo.
En la reunión entre los representantes del Estado, la Xunta, la Diputación coruñesa y los Ayuntamientos de Sada y A Coruña se aprobó la creación de un grupo de expertos para “reflexionar”, según informa el Gobierno, “sobre el relato y futuros usos de Meirás”. También se ha acordado organizar de aquí a marzo una exposición sobre la historia completa del pazo, desde sus orígenes en tiempos de su primera dueña, Emilia Pardo Bazán. El delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada, ha avanzado que además de esta figura y la de Franco, la muestra recogerá los movimientos de reivindicación y la lucha por la recuperación que tuvieron sus inicios tras la muerte del dictador.
Por último, Fernando Martínez presentó a los miembros de la comisión el borrador que propone el Gobierno del convenio de colaboración para el mantenimiento del palacete. En él participarán las instituciones gallegas además de la Administración General del Estado.
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