Anderson Torres, exsecretario de Seguridad de Brasilia y exministro de Justicia con el expresidente Jair Bolsonaro, que fue detenido por su supuesta connivencia en los ataques del 8 de enero de 2023, dijo que desconoce el origen del llamado borrador golpista que se halló en su domicilio.
En su intervención ante la comisión parlamentaria que investiga lo ocurrido aquel día, Torres dijo que cuando salió de Brasil en víspera de los ataques, con miles de seguidores de Bolsonaro acampados en las inmediaciones de la sede de los Tres Poderes, “jamás imaginó que aquello ocurriría”.
Torres ha asegurado que se marchó de vacaciones a Estados Unidos “completamente tranquilo” porque quienes se manifestaban reclamando una intervención militar habían comenzado a marcharse tras semanas acampados y por que él había dejado firmado un plan de actuación que no se aplicó como debería.
“Si la plaza de los Tres Poderes hubiera estado realmente aislada, esto no hubiera pasado (…) El documento preveía el cierre de la Explanada. Puedo afirmar que hubo fallos graves en su aplicación, si lo hubieran seguido, estos hechos no hubieran sido consumados”, ha defendido Torres.
“Si hubiese recibido cualquier alerta de Inteligencia indicando el riesgo inminente de violencia, no hubiera viajado”, ha insistido, al tiempo que ha negado cualquier tipo de connivencia con los responsables de aquellos ataques. “Cuando asumí la Secretaría de Seguridad, mi primera acción fue tratar el desmantelamiento del campamento frente al cuartel general del Ejército”, ha dicho.
Al principio de la sesión, Torres se ha dedicado a defenderse de estas acusaciones no ya de connivencia sino de implicación total en un supuesto intento de golpe de Estado en caso de Bolsonaro no ganara en las elecciones.
La detención de Torres se aceleró después de que en un registro de su vivienda se hallara lo que en Brasil han dado a conocer como el borrador golpista, en el que estaría redactado como actuar en caso de tener que mantener en el poder a un Bolsonaro, que tardó varios días en reconocer su derrota.
Torres ha calificado aquel borrador de “texto apócrifo”, una “aberración jurídica” y “fantasiosa” que ha ido a parar a la “colección de los absurdos”. Así, ha asegurado que es “constante” que los cargos públicos reciban este tipo de documentos de “diversas fuentes”, pero “basta una breve lectura” para entender que son “inservibles” para llevar a cabo cualquier fin,
“Esos papeles no fueron a la basura por puro descuido. No sé quien entregó ese documento apócrifo y desconozco las circunstancias en las que fue elaborado. Ni siquiera consideré reenviarlo o mostrárselo a nadie”, se ha desentendido.
Torres también ha desmentido que hubiera puesto en tela de juicio el resultado de las elecciones, destacando que fue de los primeros ministros –por entonces ocupaba la cartera de Justicia– en reunirse con sus homólogos del nuevo equipo de transición del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva. (Europa Press).
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