Nayib Bukele participa junto al Alto mando de la Fuerza Armada en un acto de incorporación de nuevos soldados en San Salvador el 19 de julio de 2021.Miguel Lemus (EFE)
El fin de semana más letal en lo que va de siglo en El Salvador, que se saldó en marzo con la matanza de 87 personas, se debió al fin de un pacto entre el Gobierno de Nayib Bukele y las pandillas; la respuesta a una “traición” de las autoridades que dejó a decenas de civiles muertos. Así se lo han confirmado portavoces de la Mara Salvatrucha (MS-13) al medio digital El Faro, que también ha tenido acceso exclusivo a audios de un negociador del equipo del presidente que, según dice, estuvo en conversaciones con las pandillas durante “casi dos años y medio”. En esas grabaciones, el funcionario, el director del Tejido Social del Gobierno, Carlos Marroquín, responsabiliza de la ruptura del acuerdo al ministro de Justicia y Seguridad Pública, Gustavo Villatoro.
“Hicieron cosas que no tenían que hacer”, asegura uno de los tres pandilleros con los que conversó El Faro, un líder de la Mara Salvatrucha 13 (MS-13) que está fuera del país. “Desde ahí es por lo que se levantaron esos 80 muertos que pasaron en esas fechas ¿me explico? Incumplieron, hicieron capturas que no tenían que hacer, donde ellos dijeron: ‘Lleguen a tal lugar, vamos a dialogar’ y en lugar de dialogar, capturaron”, añadió el portavoz de la organización que se atribuye la matanza.
La escena del crimen en un mercado de San Salvador, en un fin de semana de marzo 2022 que registró más de 80 homicidios.SOPA Images (LightRocket via Getty)
Según la exclusiva de El Faro, en las grabaciones a las que ha tenido acceso —y que verificó de manera independiente con los pandilleros y a través de un peritaje técnico de la voz—, se escucha al funcionario Marroquín, colaborador de Bukele desde 2014, confesar a miembros de la MS-13 con los que negociaba sus esfuerzos por mantener vigente el acuerdo durante el repunte de homicidios y cómo él hubiera impedido la captura de los pandilleros protegidos por el pacto, el hecho que supuestamente dio lugar a la ruptura entre las partes. Además, se refiere a la matanza del fin de semana de marzo como una presión al Gobierno y responsabiliza del fin del acuerdo al ministro Villatoro, al que califica de “loco”. En los audios, el negociador del Gobierno también asegura estar trasladando al presidente Bukele —al que denominan Batman— los mensajes de las pandillas. “Ya le tiré a Batman que hay 72 horas para dar una respuesta. Él no se lo tomó a bien, se lo tomó a mal, como que: ‘A mí que no me anden amenazando”, se lee en uno de los mensajes que publica el medio salvadoreño.
La detención de pandilleros protegidos, el punto de inflexión
Esos asesinatos supusieron el fin de la luna de miel que vivían los salvadoreños desde la llegada de Bukele al poder en junio de 2019, en los que el país pasó de ser uno de los más violentos del mundo, con una media de 20 cadáveres diarios en 2015, a una media de tres a principios de este año, con días en los que no se registró ni un solo homicidio. Hasta que la aparición de decenas de muertos entre el 25 y el 27 de marzo puso fin a esa ilusión de seguridad que impulsó los índices de popularidad del presidente. El pulso de las maras, que incluyó un cadáver tirado en una carretera que lleva a Surf City, un proyecto turístico emblema con el que el mandatario pretende atraer inversiones, fue respondido entonces con mano dura: el presidente prometió que los mareros presos no volverían a ver el sol, desplegó a miles de soldados por todo el país, endureció el Código Penal y detuvo a miles de personas a las que identificó como pandilleros, muchos de ellos sin pruebas: más de 27.000 en un mes y medio. Además, impulsó un régimen de excepción que resta libertades a los ciudadanos.
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SuscríbeteUn soldado en un retén inspecciona a un motociclista antes de entrar a una comunidad controlada por la Mara Salvatrucha MS-13, el 30 de marzo de 2022.SOPA Images (LightRocket via Getty)
Entre las medidas aprobadas por la Asamblea Legislativa —controlada por el oficialismo— en el marco del régimen de excepción instaurado tras esa ola de homicidios, se aprobó una reforma al Código Penal que, entre otras cosas, contempla hasta 15 años de cárcel para quien difunda mensajes de pandilleros en la prensa salvadoreña. El reportero que firma el texto de El Faro, Carlos Martínez, lo hace desde fuera del país, donde entrevistó a dos líderes de la MS-13 y otro de la pandilla Barrio 18, con los que verificó de manera independiente la veracidad y autenticidad de los audios.
Pese a que Bukele había atribuido el éxito en la pacificación del país que se vio en los primeros años de su mandato a su plan de seguridad Control territorial, investigaciones de El Faro revelaron en el pasado que el descenso en el número de homicidios se debía a una negociación de Bukele con las pandillas MS-13, Barrio 18 Sureños y Barrio 18 Revolucionarios. Estados Unidos confirmó posteriormente esas conversaciones al sancionar a algunos de los participantes, entre ellos al propio Marroquín y a Osiris Luna, el viceministro de Justicia y director general de cárceles, también citado en los audios como el facilitador de un vehículo oficial en el que detuvieron a unos pandilleros. Estas nuevas revelaciones reafirman la existencia de esas negociaciones encubiertas.
Según los testimonios de los pandilleros a los que ha tenido acceso ahora El Faro, el punto de inflexión para la ruptura del pacto fue precisamente la detención de un grupo de miembros de la MS-13 que viajaban en un vehículo y con un chofer facilitado por las autoridades, confiados de que eso les garantizaba protección. Tras esa captura, los líderes de esa mara le dieron un ultimátum al Gobierno de 72 horas para que los liberara, una petición de la que Bukele estuvo al tanto pero que se tomó mal, según confiesa Marroquín en los audios. En las grabaciones, el funcionario también asegura haber sacado del país a un pandillero a quien identifica como ‘El Viejo’ para demostrar a la pandilla su “lealtad y confianza”. Según el diario salvadoreño, se trata de Elmer Canales Rivera, alias Crook de Hollywood, uno de los líderes nacionales de la MS-13, con procesos judiciales vigentes en El Salvador y una solicitud de extradición de Estados Unidos y que fue excarcelado pese a ello.
En otra grabación a las que tuvo acceso El Faro, registrada después de la implantación del inicio del régimen de excepción del 27 de marzo, Marroquín reconoce el fracaso en sus negociaciones y que en las cárceles se está torturando a los pandilleros presos: “Ahorita el proceso se ha terminado y ahí dentro están torturando a la gente, ¿va? Están sufriendo y los están humillando”, dijo.
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