Al dolor por la muerte de un hijo se sumó el de escuchar que la matanza en la que ocurrió era una mera farsa inventada. Durante una década, se vieron sometidos al hostigamiento de los seguidores de quien propaló el bulo. Este miércoles, un jurado del estado de Connecticut ha dado la razón a esos padres. El fundador del canal de ultraderecha InfoWars, Alex Jones, tendrá que pagar 965 millones de dólares como compensación a un grupo de familias que perdieron un ser querido en el tiroteo en la escuela de primaria Sandy Hook en 2012, y a un agente del FBI que participó en el caso. Durante años, el teórico de la conspiración había difundido que aquella tragedia, en la que murieron veinte niños y seis de sus cuidadores, no había sido más que teatro.
El veredicto representa la mayor sanción impuesta hasta el momento a Jones en una compleja y larga batalla de los padres de los menores asesinados en los tribunales para conseguir que el extremista rindiera cuentas por su diseminación de mentiras. El fundador de InfoWars había sostenido ante sus oyentes, pocas horas después de la matanza, que se trataba de una escenificación para conseguir que el Gobierno prohibiera que los ciudadanos pudieran tener armas. También llegó a sugerir que los padres no eran tales, sino actores contratados para continuar la charada.
Sostuvo esos argumentos durante años, mientras su desinformación atraía a más y más seguidores. Eso le reportaba publicidad y pingües beneficios. Solo vino a reconocer que la tragedia fue “real al 100%” cuando se encontraba sumido en pleno proceso de demanda tras demanda. Para entonces, ya se encontraba en pleno escrutinio judicial la trama de sociedades pantalla bajo la que ocultaba la fortuna amasada, calculada entre los 135 y los 270 millones de dólares.
Su teoría caló entre al menos parte de sus seguidores, tan amantes como él de las teorías de la conspiración de la derecha alternativa. Durante el juicio, los padres demandantes testificaron acerca de cómo recibieron amenazas y acoso por parte de simpatizantes de Jones, que les acusaban de haber falsificado la muerte de sus hijos. Las cosas llegaron a tal punto que dejaron de sentirse seguros en su propia casa; cuando salían a la calle, se encontraban siempre tensos y alerta. Algunos llegaron a mudarse de Newport, la localidad de Connecticut donde se encontraba la escuela. Durante las tres semanas de juicio, han vuelto a revivir aquel trauma.
“Me siento increíblemente orgullosa y agradecida por el mensaje que se ha enviado hoy: que la verdad se impone y aquellos que se aprovechan del dolor y del trauma de otros acaban pagando lo que han hecho. Habrá otros Alex Jones en el mundo, pero lo que se les ha dicho hoy es que por supuesto que se les obligará a rendir cuentas”, declaraba Erica Lafferty-Garbatini. Su madre, Dawn Hoschprung, era la directora de la escuela cuando el joven Adam Lanza irrumpió a tiros en el recinto, después de haber matado a su propia madre. Hoschprung murió de varios disparos cuando salió a ver qué estaba ocurriendo y prevenir a los demás.
En agosto, otro tribunal, en Texas, había dado también la razón a los padres en una demanda paralela, aunque la cantidad que Jones debía desembolsar en concepto de daños fue mucho menor, 45,2 millones de dólares que sus abogados quieren lograr reducir. Una sentencia anterior le había obligado a pagar una compensación de 4,1 millones de dólares a la primera familia que le denunció.
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El veredicto del jurado de este miércoles se aplica tanto a Jones como a su empresa, Free Specch Systems, dueña de InfoWars y que se declaró en quiebra en julio. La declaración de quiebra es un proceso muy habitual en Estados Unidos para evitar el pago de una multa o la acción de la Justicia, y de momento ya le ha permitido a Jones dilatar el abono de las compensaciones en Texas.
Mientras se leía el veredicto, el comunicador prometió apelar, y aseguró que el proceso de bancarrota de su compañía protegerá mientras tanto la supervivencia del canal. “Estamos luchando contra Goliath”, sostuvo, en el más puro estilo Jones. Durante las tres semanas de audiencia, el icono ultraderechista se había negado a pedir disculpas a las familias demandantes, con el argumento de que ya lo había hecho en otras ocasiones.
El monto de la compensación, al que Jones tendrá que sumar las costas del juicio y los honorarios de los abogados de los demandantes, representa un indicio del malestar del jurado hacia el comportamiento del teórico de la conspiración y su afán por difundir los bulos más injustificados para avanzar su agenda y ganar seguidores.
“Un jurado que representaba nuestra comunidad y nuestra nación ha presentado un veredicto histórico, un veredicto contra Alex Jones, sus mentiras y su venenoso esparcimiento, y un veredicto en favor de la verdad y de nuestra humanidad común”, ha declarado Chris Mattie, abogado de los demandantes.
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