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El futuro de la perfumería era esto: aromas con emociones humanas y un frasco robótico de inteligencia artificial

El tiempo es un escenario muy común en la moda. Las firmas a menudo revisitan épocas y sueñan con utopías lejanas, pero solo un diseñador ha sido capaz de esbozar el futuro hasta convertirse en sinónimo de él. Paco Rabanne comenzó su andadura creando colecciones de la era espacial para vestir a las generaciones más rompedoras. Armado de unas pinzas y un soplete, exploró los límites de la artesanía e introdujo “materiales contemporáneos” como el plástico, el metal martillado o la cota de malla, elevándolos a la categoría de lujo. Haría lo mismo en la perfumería, experimentando con ingredientes que desafiaban los cánones clásicos, hasta el punto de inaugurar familias olfativas —el lanzamiento de Paco Rabanne Pour Homme en 1973 derivó en una de las categorías más populares, el fougère aromático —. “Moda y perfume son dos pilares en pos de la seducción”, decía el diseñador español. La última creación de la casa, una fragancia robótica llamada Phantom, demuestra que la capacidad de la firma para sorprendernos y adelantarnos el futuro sigue vigente.

“Cuando pienso en Paco Rabanne, no pienso en un concepto retro sino más bien en revolución, rebelión y renacimiento”, apunta Julien Dossena, director artístico de Paco Rabanne desde 2013, que ha llevado a la firma energía y vitalidad renovada. Fieles a su lema Dare to be different (atrévete a ser diferente), su nueva fragancia futurista no solo está concebida para acompañar a una nueva generación que abraza la diversidad y celebra la personalidad propia, que también. Phantom es en sí mismo una utopía que rompe las normas y esboza una nueva forma de hacer perfumes. Es una botella de coleccionista, con forma de robot retrofuturista, que al conectarse al móvil nos abre las puertas a otra galaxia. Es una fragancia atrevida, con una adictiva nota de lavanda, que fusiona la energía del limón y la sensualidad de la vainilla, para sublimar la confianza. Y es el resultado de un proceso creativo que aúna artesanía e inteligencia artificial, nunca antes utilizada en este sector, capaz de potenciar la inspiración de los maestros perfumistas: la creatividad aumentada.

“Cada etapa de la creación de Phantom ha sido reinventada con las tecnologías de última generación desarrolladas por IFF [International Flavors and Fragances]. La neurociencia, las herramientas de algoritmos y la inteligencia artificial han permitido a nuestros perfumistas ir más allá de sus límites creativos”, explican desde el equipo creativo de Paco Rabanne. Mediante el programa Science of Wellness —un método casi proustiano capaz de identificar las emociones que desatan en el cerebro los aromas—, la firma fue probando su creación en hombres de entre 18 y 35 años para conocer los efectos emocionales de su perfume y trabajar en consecuencia.

“Sabemos cuáles son las partes del cerebro asociadas a emociones específicas. Ahora, además, podemos demostrar científicamente cómo influye el perfume en nuestros sentimientos. De acuerdo con nuestros conocimientos, un algoritmo analiza las fórmulas de las fragancias que probamos, lo que nos permite identificar qué ingrediente o combinación de ingredientes provocan una emoción específica”, apuntan desde la firma. El resultado es un perfume con la capacidad de desatar la sensualidad, la energía y la confianza de quien lo lleva puesto. ¿No es lo que dicen todos? Puede que sí, pero solo en este caso lo confirma la ciencia.

Ciencia artesanal

Tampoco hay que dejarse engañar por el atractivo aspecto robótico y la tecnología disruptiva de Phantom. No se trata de un perfume hecho por ordenador o máquinas de última generación, sino fruto del dream team que Paco Rabanne ha reunido para adelantarnos el perfume del futuro. Cuatro de los mejores maestros perfumistas de la firma IFF: la creatividad de Loc Dong, el profundo conocimiento en materias primas de Juliette Karagueuzoglou y la capacidad única de afinar y equilibrar una fragancia de Dominique Rapio y Anne Flipo. La creatividad aumentada simplemente les ha permitido extender su savoir faire e indagar nuevas fronteras.

“Nuestro perfumista Loc Dong tuvo una idea loca: quería introducir una sobredosis de acetato estirelilo para crear una fragancia futurista y la sorpresa fue que nuestra inteligencia artificial le animó a utilizar diez veces la cantidad habitual en los perfumes modernos. Esta fue la (sobre) dosis óptima para generar sentimientos de bienestar y alerta”, recuerdan desde el equipo creativo. El resultado de esta “locura” es una fragancia 3.0 que potencia la energía del limón y la cremosidad de la lavanda, creando un aroma intenso y sensual con una capacidad única de hacernos sentir bien.

Un robot de otra galaxia

En el mundo de la perfumería, tan importante es la fragancia como el envoltorio que la atesora. Phantom no solo se trata de una invitación a salir de lo cotidiano, este pequeño robot de aspecto retrofuturista y aspiraciones de icono, nos abre la puerta a una dimensión desconocida, la Paco Galaxy. Frente a la vieja creencia de que los perfumes son un accesorio invisible, Phantom se conecta con el móvil desplegando un avatar virtual. Cada uno de los perfumes esconde un chip NFC de comunicación que, al colocar la cabeza del robot sobre el smartphone, nos abre una plataforma repleta de los contenidos exclusivos de la firma: filtros interactivos, listas de reproducción personalizadas, realidad aumentada, juegos interactivos… El gadget perfecto para una nueva generación conectada y prácticamente digital.

¿Cómo es la galaxia de Paco Rabanne? Una fiesta de otro tiempo regida por la diversidad y la diversión. El director de cine Antoine Bardou Jacquet (ganador del Oscar por Logorama) ha sido el encargado de filmar la campaña y dar forma a este increíble universo. Desafiando la narrativa colonial de las películas del cine de ciencia ficción, los héroes de Paco Rabanne, David Trulik y Phantom, se integran en este escenario de fantasía sin más objetivos que el de pasárselo bien. Un refugio escapista, inspirado en la arquitectura modernista de Palm Springs, en donde humanos y extraterrestres, vestidos de pies a cabeza del archivo de Paco Rabanne —una prueba más de su atemporalidad—, coquetean, bailan y aman libremente. Suena You make me feel, un himno a la inclusión de Sylvester actualizado para la ocasión por 2 Many Dj’s. En el aire, una atmosfera de energía cítrica y lavanda cremosa que desata la fragancia Phantom.


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