Entre las muchas promesas que hizo Joe Biden como candidato una fue que nombraría un Gabinete que representara la diversidad demográfica de Estados Unidos. El presidente electo, que asumirá su mandato el miércoles, no ha decepcionado. Hay representantes de la comunidad latina, indígena y afroamericana. Ellos serán los responsables de hacer frente a la mayor crisis que afronta el país desde la Segunda Guerra Mundial. Con los demócratas controlando el Congreso no se prevén tropiezos al confirmarlos.
Antony Blinken, un diplomático cosmopolita | Secretario de Estado
El nuevo jefe de la diplomacia estadounidense ha trabajado en el Departamento de Estado bajo las dos últimas Administraciones demócratas y su nombramiento es recibido como un bálsamo después de las alianzas rotas durante el Gobierno de Donald Trump. El nuevo secretario de Estado lleva 20 años colaborando con Biden, lo que revela la gran sintonía que comparten en política exterior.
El general Lloyd Austin, un nombramiento histórico | Secretario de Defensa
Es el primer afroamericano en la historia de EE UU que será jefe del Pentágono y el tercer militar de carrera que dirige el departamento. Lloyd Austin sirvió 41 años en el Ejército. General de cuatro estrellas, su relación con Biden data de 2008, cuando dirigió las fuerzas estadounidenses en la guerra de Irak mientras el demócrata era vicepresidente. El Congreso le debe conceder un permiso especial para ocupar el cargo, ya que la ley estipula que si el candidato es militar debe haber abandonado el uniforme siete años antes y Austin se jubiló en 2016.
Alejandro Mayorkas, un latino para sanar las heridas | Secretario de Seguridad Nacional
Mayorkas nació en La Habana en 1959 y parte de su familia huyó del castrismo un año después. Fue subsecretario de Seguridad Nacional en el segundo Gobierno de Barack Obama y tuvo un papel clave en las negociaciones con Cuba, principalmente en materias de seguridad nacional, seguridad aérea y transportes. Jurista, está considerado una pieza clave en el deshielo entre la isla y Washington. Su nombramiento ha sido bien recibido en la región.
Avril Haines, una yudoka voladora | Directora de Inteligencia Nacional
Por primera vez, una mujer estará al frente del espionaje nacional, aunque Haines ya fue número dos de la CIA con Obama. Cuando Biden anunció su nombramiento, destacó su ecléctico currículum: estudió yudo en Japón, Físicas antes de licenciarse en Derecho, aprendió a pilotar avión es y fue propietaria de un café y librería en Baltimore antes de hacer carrera en la Administración. Haines ha trabajado también en la redacción de tratados internacionales en el Departamento de Estado y en el Comité de Asuntos Exteriores del Senado.
Linda Thomas-Greeinfield, diplomática de carrera | Embajadora ante la ONU
La afroamericana Thomas-Greenfield es una veterana del servicio exterior, experiencia con la que deberá recomponer las alianzas globales que ha roto la Administración de Trump y devolver a Estados Unidos a un lugar prominente en el tablero global. Durante la presidencia de Obama se ocupó de la Oficina de Asuntos Africanos del Departamento de Estado, además de ser embajadora en Liberia.
Janet Yellen, materia gris para la economía | Secretaria del Tesoro
Su sólida formación académica y su amplia experiencia como consejera en la Casa Blanca y presidenta de la Reserva Federal parecen hacer de Yellen la persona adecuada para enderezar la economía de EE UU cuando los estragos del coronavirus no dan aún señales de remitir. Es especialista en el mercado de trabajo y partidaria de incrementar el gasto fiscal para crear empleo.
Gina Raimondo, entre las finanzas y la política | Secretaria de Comercio
No es una elección que haya entusiasmado al ala progresista del Partido Demócrata por su experiencia profesional en fondos de capital riesgo. Empresaria y política, gobernadora de Rhode Island, es una figura ascendente en la formación como representante del sector moderado. En su haber puede apuntarse la reforma del sistema de pensiones durante su época en la Tesorería General de su Estado. Aunque Biden barajó otros nombres más conocidos para el puesto, el nombramiento recayó en Raimondo porque su perfil pivota entre la política y el mundo financiero.
Merrick Garland, el juez moderado | Fiscal general
En 2016, Obama nominó a Merrick Garland para ocupar la vacante del fallecido Antonin Scalia como juez del Tribunal Supremo. Los republicanos bloquearon su confirmación argumentando que estaban encima de las presidenciales —faltaban seis meses—. Magistrado moderado con larga experiencia en Washington, su elección supone una declaración de intenciones para un Departamento de Justicia cuya reputación se ha visto manchada en el mandato de William Barr.
Xavier Becerra, ejemplo del sueño americano | Secretario de Salud
En medio de la peor crisis sanitaria en un siglo, este hijo de inmigrantes mexicanos llega a un puesto clave en la Administración. Fue el primer miembro de su familia en conseguir un título universitario, graduándose como abogado y economista en Stanford. Durante 24 años ejerció como congresista por California, donde lideró a la comunidad latina a medida que su presencia fue creciendo en la Cámara de Representantes. En 2017, fue nombrado fiscal de California, puesto en el que sucedió a la hoy vicepresidenta electa Kamala Harris.
Pete Buttigieg, la savia nueva | Secretario de Transportes
Rival de Biden en las primarias demócratas, es el primer político abiertamente homosexual al frente de una cartera en Estados Unidos. Su falta de experiencia en política fue el talón de Aquiles durante su candidatura por la nominación a la presidencia. Con todo, Biden considera que está preparado para enfrentar los desafíos de la confluencia entre empleos, infraestructura, equidad y clima.
Deb Haaland, la primera indígena | Secretaria de Interior
La hasta ahora congresista por Nuevo México es la primera ministra indígena de Estados Unidos. Haaland, una de las elecciones más progresistas de Biden, será la máxima responsable de la gestión de los recursos naturales, incluidos los parques y los yacimientos de gas o petróleo, así como el patrimonio cultural del país. Supondrá una pieza clave en el posible desarrollo del Green New Deal, impulsado por el sector más izquierdista.
Ron Klain, del Ébola al coronavirus | Jefe de Gabinete
Más de 30 años de experiencia en la Casa Blanca y el Capitolio avalan la trayectoria de Klain, que ejercerá de director de orquesta de la presidencia de Biden. Tras asesorar a presidentes, vicepresidentes y senadores demócratas, será la mano derecha de quien ya fuese su jefe en la vicepresidencia entre 2009 y 2011. Abogado y factótum del Partido Demócrata, se fogueó en la crisis del ébola en 2014, lo que permite interpretar su elección como un refuerzo frente al coronavirus.
Susan Rice, la diplomática vuelve a casa | Directora del Consejo de Política Interior
Considerada en su día posible compañera de candidatura de Biden en vez de Kamala Harris, la exembajadora ante la ONU también sonó para dirigir el Departamento de Estado por su amplia experiencia en política exterior. Rice, quien fue asesora de Seguridad con Obama, se encargará de coordinar el ambicioso plan de reconstrucción económica tras la pandemia.
Jen Psaki, una veterana portavoz | Portavoz de la Casa Blanca
Al frente del primer equipo femenino de comunicación de la presidencia, la grecoamericana Psaki ejercerá como secretaria de Prensa y portavoz del presidente. Asesora y experta en comunicación política, ocupó el mismo puesto entre 2015 y 2017 durante el tramo final del mandato Obama. Previamente, había desempeñado la misma función en el Departamento de Estado.
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