El gato de Julian Assange ha sido uno de los grandes protagonistas de su detención en la embajada de Ecuador. El pequeño se ha convertido en una de las mascotas más conocidas del mundo, cuenta con sus propias redes sociales y ha sido uno de los que esta semana ha estado atento al destino de su propietario. Este gato ha sido protagonista de grandes momentos de tensión entre la embajada y Assange, uno de los motivos principales de su expulsión. Fue tal el miedo de su destino de su gato que Julian pidió a la policía que lo rescatasen.
Un gato espía en Facebook
We can confirm that Assange’s cat is safe. Assange asked his lawyers to rescue him from embassy threats in mid-October. They will be reunited in freedom. #FreeAssange #NoExtradition
Publicada por Wikileaks en Sábado, 13 de abril de 2019
Las acusaciones de la embajada de Ecuador estaban relacionadas con el gato de Assange. Los trabajadores de la embajada pensaban que era un espía. Tenían miedo de que detrás de esa apariencia convencional se escondiera una trampa. Assange en realidad solo pretendía tener un poco de compañía en su reclusión, más allá de encontrar en la embajada determinados secretos de estado.
El gato contaba con cuentas propias en Instagram y Facebook. En ellas le vemos disfrutando de su propietario y alguna de las visitas célebres en la embajada. El temor de que realmente pudiera tener alguna cámara o micro escondido en este animal fue tal que Julian acabó llamando a la policía para que rescatasen a su gato.
La mascota de Assange ha sido de los primeros en publicar la detención de su propietario. En las imágenes vemos como asiste frente a la televisión al momento en que la policía entra en la embajada de Ecuador y se llevan al fundador de WikiLeaks. En Facebook el vídeo ha tranquilizado bastante a su propietario que ha podido comprobar que el gato está bien. Adjunta un pequeño mensaje en el que espera que se reencuentren en libertad.