Los capitalistas de riesgo no son Se supone que las empresas de su cartera luchan hasta la muerte. Existe una regla de larga data pero no oficial de que los inversores no deben financiar a múltiples competidores en el mismo espacio. Podrían surgir conflictos de intereses, la información sobre la estrategia de una startup podría compartirse inadecuadamente con la otra y las compañías podrían sospechar de los consejos proporcionados por sus inversores. Eso lleva a problemas en el futuro para los VC, ya que los fundadores pueden evitarlos si temen que la empresa pueda financiar a su rival en el futuro.
SoftBank destruye esa norma con su Fondo Vision de $ 100 mil millones más su Fondo de Innovación. El inversionista no ha sido tímido en cuanto a financiar múltiples partes de la misma lucha.
El problema es que el poder de SoftBank distorsiona la dinámica del mercado. Las empresas nuevas pueden tomar acuerdos de explotación de la empresa bajo la amenaza de que van a ser más que quienes estén dispuestos a tomar la hoja de términos. Eso puede perjudicar a los empleados, especialmente a los que se unen más adelante, quienes podrían tener una menor posibilidad de una salida significativa. SoftBank podría abogar por fusiones, adquisiciones o diferenciación de productos que aumenten sus posibilidades de cosechar una fortuna a expensas del potencial de las nuevas empresas.
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