Íñigo Onieva era un gran desconocido para la crónica social de nuestro país hasta que se supo que mantenía una relación sentimental con Tamara Falcó. Se conocieron a través de amigos en común, poco antes de que se desatara la pandemia del coronavirus. Tras varios mensajes llegó la cita, pero debido a la situación que se vivió, la relación no se hizo pública hasta que se pudo salir de nuevo a la calle. Fue en otoño de 2020, cuando se supo que la hija de Isabel Preysler se había enamorado de un empresario con el que, sin saberlo, se daría el ‘sí, quiero’ años después, concretamente el 8 de julio de 2023.
Iñigo Onieva durante la boda de unos amigos / Gtres
Una boda que estuvo a punto de no celebrarse. Unos vídeos comenzaron a circular como la pólvora por las redes sociales en los que aparecía Onieva besándose con otra mujer en el marco del festival Burning Man, celebrado en Nevada, Estados Unidos. La relación se terminó, pero unos meses después se produjo el ya bautizado como ‘milagro navideño.
Durante todo este tiempo, el ya marido de Tamara Falcó no había concedido una entrevista en profundidad en un medio de comunicación, tan solo se limitaba a hacer alguna que otra declaración con se encontraba con los reporteros por la calle.
Iñigo Onieva en el día de su preboda con Tamara / Gtres
Confesaba en la revista ¡Hola! sus sentimientos tras darse el ‘sí, quiero’ con la mujer de su vida. «La verdad es que he sentido mi alma llena. Como si me hinchara… Me he sentido pleno», contaba. Sobre ella recalcaba que «es pura luz, pura bondad… Es mágica, es generosa y no tiene ningún tipo de maldad. Son cualidades difíciles de encontrar, así que, en cuanto encuentras a una persona tan pura como ella, ya sabes lo afortunado que eres».
Tamara Falcó e Iñigo Onieva en el Ritz / Gtres
E incluso se aventuraba a hablar sobre cómo es convertirse en el nuevo marqués de Griñón, título que regenta su mujer: «De momento, es algo que no lo tengo interiorizado. Ni creo que lo haga a corto plazo. Es un título que ha llevado su familia por muchas generaciones y no te conviertes en marqués de Griñón por simplemente el hecho de casarte con la marquesa de Griñón. En cualquier caso, no estamos hablando solo del legado del padre de Tamara, ya que, como le dijo a ella, el título no es algo que te pertenece, sino algo que tú custodias».
Sobre la situación mediática en la que se ha visto envuelto desde que es un personaje público, contaba que «bueno, dentro de lo abrumadora que puede ser la situación, lo he llevado bien. Todo lo que concierne a Tamara genera mucha atención y su boda ha generado más todavía. La verdad es que se lleva como se puede, no se ha llevado mal». Con estas extensas declaraciones, Íñigo Onieva da un paso más en su nuevo rol en la crónica social de nuestro país.
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