El gobernador de California se juega el puesto en una elección vital para los demócratas

Gavin Newsom, el gobernador de California, se juega este martes su futuro en una elección especial de destitución. El demócrata debe sobrevivir en el cargo en un momento donde la pandemia remite en la región más poblada del país (39.5 millones), gigantescos incendios consumen la parte norte del territorio, el Estado sufre su peor sequía en más de un siglo y varias ciudades viven desde hace algunos meses un repunte en los índices de inseguridad. Con casi todo en su contra, el político debe imponerse en un esfuerzo organizado por simpatizantes del partido republicano que consideran se han alineado los astros para pasar a la entidad al bando conservador por primera vez en 18 años. No solo está en juego el control local del Estado. Para los demócratas es vital mantener el control de California de cara a las intermedias de 2022. Eso explica la cantidad de altos perfiles que viajaron desde Washington en las últimas semanas para sumarse a la campaña del “No”, que pretende dejar a Newsom, de 53 años, en el poder hasta noviembre de 2022, cuando podrá aspirar a la reelección. La vicepresidenta Kamala Harris, los senadores Elizabeth Warren y Bernie Sanders fueron solo algunos de los que salieron en su defensa. El último espaldarazo ha llegado este lunes con la visita del presidente Joe Biden al Estado.

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Retener California sería una gran noticia en un verano catastrófico para los demócratas. El gobernador Andrew Cuomo, otro de sus superestrellas, se vio obligado a renunciar del cargo en agosto después de una investigación a una serie de señalamientos de acoso sexual. Kamala Harris, senadora por California antes de sumarse a la campaña de Biden, ha sufrido una aguda bajada de popularidad. Si Newsom cae, el control del Senado podría quedar en manos de los republicanos pues el gobernante que lo sustituya puede nombrar a quien reemplace a la senadora demócrata Dianne Feinstein, que a los 88 años, está cerca del retiro. El panorama sería aún más complicado para la agenda legislativa de Biden.

Más de 40 personas están en la boleta en la elección de este martes, donde solo figura una pregunta. “¿Debe Gavin Newsom ser removido de la oficina de gobernador?”. Quienes respondan con un sí tendrán que tachar el nombre de quien creen debiera convertirse en el gobernador. No hay aspirantes demócratas, quienes respaldan a Newsom, un político que arrasó en los comicios de 2018 con más del 60% de los sufragios. El principal contendiente a Newsom es Larry Elder, un locutor afroamericano de 69 años, conservador y frecuente participante en las tertulias de Fox News con opiniones radicales como que el salario mínimo no debería existir y que el cambio climático es un engaño. Elder fue el último en entrar a la competencia, pero cuando lo hizo comenzó a subir como la espuma sobre otros aspirantes más experimentados, como el exalcalde de San Diego, Kevin Faulconer y el excandidato republicano a gobernador en 2018, John Cox, y otros más reconocidos fuera del Estado como la activista transgénero Caitlyn Jenner. Los analistas consideran el repunte de Elder como herencia de la ideología que el expresidente Donald Trump dejó en el partido conservador. Su irrupción, sin embargo, también movilizó a los indecisos para defender a Newsom en un bastión demócrata.

Larry elder y la actriz Rose McGowan en un evento este domingo.
Larry elder y la actriz Rose McGowan en un evento este domingo.Damian Dovarganes / AP

Los últimos sondeos afirman que el “No” se impondrá en los comicios con un 57%. Hace un mes, a mediados de agosto, el “Sí” iba a la cabeza según el seguimiento diario demoscópico del sitio Real Clear Politics. La campaña de Newsom, no obstante, supera en recursos a las de sus oponentes con un financiamiento de 81 millones de dólares. Esto incluye el respaldo del CEO de Netflix, Reed Hastings, quien ha donado él solo junto a su esposa tres millones de dólares por la continuidad del gobernador. Quienes promueven la destitución apenas lograron recaudar 43 millones. En un evento este domingo, Elder mostró que él también puede despertar simpatías entre los pesos pesados de Hollywood. Rose McGowan, la actriz y una de las activistas más visibles del movimiento MeToo, dio su respaldo al locutor conservador. “Todos quienes me han acosado, maltratado y robado en Hollywood son demócratas… este no es un Estado para todos, es solo para unos cuántos”, dijo la actriz que denunció a Harvey Weinstein y quien se dijo oyente del programa de Elder.

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La de Newsom es la cuarta elección de destitución que enfrenta un gobernante local en Estados Unidos. Este tipo de elecciones fueron adoptadas por los Estados desde inicios del siglo XX para que los votantes retiraran a los funcionarios que obedecían a intereses corporativos más que a los populares. El primero en instaurarlas fue Oregón, en 1908. Le siguió California en 1911. Y esta entidad ha sido la última donde prosperó un esfuerzo por retirar a un gobernador. Fue en 2003, cuando el héroe de Hollywood Arnold Schwarzenneger reemplazó al impopular Gray Davis entre un universo de 158 aspirantes a la gubernatura. Desde su primer día en el capitolio local, el gobernador republicano impulsó una agenda anti inmigrante en un Estado con el 39% de población latina. Al final de su mandato, en enero de 2011, Schwarzenneger tenía índices de aprobación tan bajos como los del demócrata que había sustituido.

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