Un avión de Aeroméxico en la pista del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, el pasado 21 de marzo.Rodrigo oropeza
El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) dejará pronto de ser un cascarón vacío. El Gobierno mexicano ha informado este martes de que más de 100 operaciones comerciales diarias serán trasladadas a partir de verano del antiguo al nuevo aeropuerto de la capital, que hasta ahora solo contaba con una docena de viajes. Además, los vuelos de carga y los chárter serán transferidos inmediatamente. El anuncio se da en respuesta al grave incidente ocurrido el sábado en el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (AICM) en el que dos aviones estuvieron a punto de chocar.
El acuerdo alcanzado entre el Gobierno y las aerolíneas prevé superar las 100 operaciones diarias, entre aterrizajes y despegues, en el AIFA a partir del 15 de agosto, según un comunicado publicado por la Secretaría de Gobernación. Las aerolíneas que operan en el AICM y que arrastran deudas fiscales desde hace más de un año también tendrán que mudarse a otro aeropuerto. En cuanto a los chárter y los vuelos de carga nacionales, estos se trasladarán de forma inmediata a la nueva terminal. El Gobierno estima que en 90 días estará lista la infraestructura necesaria para recibir, además, a los vuelos de carga internacionales.
El Gobierno ha destacado que el plan de traslado es producto de una “estrecha colaboración” entre las autoridades y las aerolíneas, y no de una imposición mediante un decreto. En los próximos días se darán más detalles sobre la nueva oferta de vuelos. Sin embargo, el subsecretario Rogelio Jiménez Pons ha adelantado en entrevista con El Financiero que el peso del traslado se repartirá entre las tres principales aerolíneas del país. Aeroméxico se llevará unas 30 rutas al AIFA; Volaris, 20; y VivaAerobús, otras 10.
Con estas medidas y la prohibición de abrir nuevas rutas desde el AICM, el Ejecutivo pretende aliviar la saturación del principal aeropuerto del país. La presión para resolver este problema de años ha crecido desde que se dio a conocer un incidente grave entre dos aviones el fin de semana pasado. En un video que se ha hecho viral, se veía a un aparato listo para aterrizar en una pista que ya estaba ocupada por otro avión. El piloto del primero tuvo que levantar el vuelo otra vez para evitar un accidente.
El incidente causó alarma entre los ciudadanos y provocó la dimisión del titular de la agencia encargada del tráfico aéreo, Víctor Hernández. El Gobierno atribuyó el suceso a un error humano del controlador, mientras el sindicato del sector acusó a las autoridades aeronáuticas de jornadas laborales extenuantes y criticó la escasez de controladores aéreos. Además, el gremio aseguró que en el último año los incidentes han aumentado un 300%. El presidente, Andrés Manuel López Obrador, afirmó el lunes que no había peligro, pero convocó a una reunión para “poner orden en el caos”.
Además de reducir las operaciones en el AICM, el plan del Gobierno busca revitalizar, de paso, el AIFA. Desde que fue inaugurado hace poco más de mes y medio, las nuevas instalaciones han operado con apenas seis vuelos domésticos diarios y una ruta ocasional a Caracas, la capital de Venezuela, una falta de actividad que ha disgustado a López Obrador. La lejanía del centro de la ciudad -más de una hora de trayecto- y la dificultad de los accesos han desanimado a clientes y aerolíneas.
Hasta ahora, el Gobierno había tratado de incentivar el traslado al AIFA mediante rebajas fiscales. La Tarifa de Uso de Aeropuerto (TUA), que los aeropuertos cobran a las aerolíneas y estas trasladan al precio del boleto, es alrededor de un 50% más barata en el AIFA respecto al AICM. En paralelo, López Obrador ha entablado conversaciones con directivos de las aerolíneas para que amplíen su oferta.
El incidente del sábado ha acelerado la campaña de convencimiento. El Gobierno ha aprovechado el suceso para apretar las tuercas y vencer las reticencias de las compañías. Está por ver si los pasajeros acompañarán esta decisión pese a los trayectos más largos y costosos desde sus casas.
El acuerdo también aborda otro de los puntos que han limitado la expansión de nuevas rutas desde el AIFA. Hace casi un año, México perdió la categoría 1 en seguridad aérea, otorgada por la Administración Federal de Aviación de EE UU. La degradación impide a las aerolíneas mexicanas estrenar vuelos al país del norte, su principal destino en el exterior. En el comunicado, el Gobierno afirma su intención de “redoblar los esfuerzos” para recuperar la máxima categoría. Sin embargo, los analistas dudan de que esto vaya a suceder antes de verano.
Suscríbase aquí a la newsletter y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este país
Source link