Los síntomas de Francisco comenzaron después de regresar a su hogar en la Ciudad de México desde California a finales de junio. Comenzó con dos granos en los glúteos, pero una semana después tenía lesiones por todo el cuerpo, la boca tan llena de llagas que apenas podía hablar o beber agua.
“El dolor fue inexplicable, catastrófico”, dijo Francisco, de 44 años, quien pidió a Reuters que ocultara su nombre real.
Francisco es uno de los al menos 59 infectados de viruela símica o del mono que se han confirmado en México desde mayo, un número que los expertos creen que podría ser mayor.
En América Latina, México se posiciona detrás de Brasil y Perú en número de casos confirmados de la enfermedad infecciosa, que se ha propagado principalmente entre hombres homosexuales y bisexuales como Francisco.
La Organización Mundial de la Salud declaró la viruela del mono como una emergencia sanitaria mundial el pasado 23 de julio, lo que provocó una mayor atención por parte de las autoridades regionales, sin embargo, algunos médicos y activistas en los dos países más grandes de América Latina dijeron a Reuters que la respuesta ha sido demasiado tibia.
“No estamos viendo que se tomen las medidas necesarias, ni que se le dé la importancia necesaria a la viruela del mono”, dijo el doctor Sergio Montalvo, especialista en salud sexual en la Ciudad de México.
Médicos como Montalvo temen que las autoridades no hayan aprendido la lección de la pandemia de Covid-19, que ha puesto en jaque a los sistemas de salud y ha dejado a los gobiernos sin fondos.
La situación es similar en Brasil, donde los 970 casos registrados representan más de dos tercios del total de la región, según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
El Ministerio de Salud de Brasil anunció un plan de emergencia contra la viruela del mono el 28 de julio, más de un mes después de su primer caso y un día antes de informar la primera muerte por este tipo de viruela fuera de África en el brote actual.
“Ya estábamos recibiendo noticias sobre el brote en Europa y Estados Unidos, pero el Gobierno no hizo nada”, dijo Vinicius Borges, especialista en enfermedades infecciosas en Sao Paulo, y añadió que el dolor provocado por los síntomas de la viruela del mono ha tenido “graves efectos” en la salud física y mental de sus pacientes.
Los ministerios de salud de México y Brasil no respondieron a múltiples solicitudes por parte de Reuters para realizar una entrevista.
Tras el comunicado de la OMS, la Secretaría de Salud de México publicó su primer consejo relacionado con viruela del mono desde que el país confirmó el primer caso en mayo.
“En estos dos meses ya pudimos haber tenido avances importantes”, dijo Ricardo Baruch, investigador en salud LGBT+ que ayudó a organizar una protesta en la Ciudad de México la semana pasada para exigirle al Gobierno que haga más esfuerzos de prevención, especialmente en el colectivo de hombres que tienen sexo con hombres (HSH).
Un estudio publicado en el New England Journal of Medicine encontró que el 98% de las infecciones en el brote actual fuera de África se encuentran entre hombres homosexuales y bisexuales.
Las autoridades sanitarias mexicanas han evitado hacer hincapié en los riesgos para este grupo.
“No quieren crear estigma, pero si no hablan de ello, las medidas no se van a centrar en nosotros”, dijo Baruch.
La microbióloga brasileña Natalia Pasternak expresó su preocupación ante la falta de respuesta de Brasil.
“No ha habido un esfuerzo por parte del Gobierno federal para crear conciencia en la población sobre cómo se puede contraer la viruela del mono, cómo se transmite de persona a persona, cómo se reconocen las lesiones en la piel y cómo se puede transmitir de contacto piel con piel o sexual”, dijo Pasternak.
El 25 de julio, el ministro de Salud de Brasil, Marcelo Queiroga, dijo que el Gobierno había “hecho la tarea” para prepararse ante la viruela del mono, y señaló cuatro laboratorios que realizan pruebas de esta enfermedad.
Sin embargo, “tomará algún tiempo desarrollar la capacidad de testeo en Brasil”, dijo Pasternak, miembro de la junta asesora de viruela del mono del estado de Sao Paulo. “Realmente no vemos la intención del Ministerio de Salud de hacer esta planificación”, añadió.
En una posible señal de progreso, la OPS dijo el 27 de julio que diez países de la región habían expresado interés en adquirir una vacuna.
Andrea Vicari, jefe de la Unidad de Gestión de Amenazas Infecciosas de OPS, dijo que no era demasiado tarde para frenar la propagación de la viruela símica en América.
“Incluso si no tenemos vacunas, tenemos otras medidas de control. Si las implementamos bien, podremos lograr nuestros objetivos de reducir la transmisión”.
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