Una estación de gasolina de Petróleos Mexicanos (Pemex) en Ciudad de México, el 8 de agosto de 2022.Isaac Esquivel (EFE)
Se terminó la época de bonanza para los automovilistas y motociclistas en México. A partir de este lunes, los consumidores de gasolina Magna (regular), tendrán que pagar 32 centavos más por cada litro de combustible, luego de que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) diera a conocer una reducción del subsidio al estímulo fiscal.
De acuerdo al acuerdo publicado este viernes en el Diario Oficial de la Federación, los consumidores deberán pagar una fracción del Impuesto Especial a Productos y Servicios (IEPS). El estímulo fiscal que aportaba el Gobierno mexicano, que hasta este viernes fue del 100%, hoy se reduce a 94,12%, por lo que los consumidores tendrán que pagar 0,3220 pesos por cada litro de gasolina.
Aunque parece poca cosa, el impacto al bolsillo puede ser significativo. De acuerdo con datos de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) para la segunda semana de agosto, el precio promedio de la gasolina Magna es de 22,07 pesos (poco más de un dólar) por litro. Con la reducción del subsidio, el precio será de 22,39 pesos. Un automovilista que consuma unos 30 litros de combustible en una parada a la estación, pasará de gastar 662,1 a 671,7 pesos por la misma cantidad.
Para la gasolina prémium se trata de una segunda reducción al estímulo fiscal. Mientras que la semana pasada, este combustible vio una reducción del subsidio a 92,23%, a partir de este sábado la aportación que dará el Gobierno será de 73,34%, por lo que el litro de gasolina Prémium subirá 1,2828 pesos. De acuerdo con los precios promedios publicados por la Profeco, el litro de este combustible pasará de 24,02 a 25,3 pesos, un incremento significativo para quienes usan este destilado. Para el diésel, empleado principalmente en camiones de carga, el subsidio se mantiene al 100%
Esta es la segunda vez que el Gobierno de López Obrador decide recortar el estímulo fiscal a los combustibles, tras cinco meses de financiamiento, con el objetivo de evitar el estigma de los “gasolinazos”, las precipitadas subidas en el precio de la gasolina que marcaron buena parte de la administración de Enrique Peña Nieto tras la Reforma Energética de 2017.
En los últimos tres meses, la Secretaría de Hacienda ha reportado un saldo negativo por los ingresos que se obtienen por el cobro del IEPS a combustibles, debido al alto estímulo fiscal que permite mitigar el alza de los precios de los combustibles a nivel internacional.
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