El Gobierno y ERC culpan a Junts de torpedear la nueva reunión de la mesa de diálogo

La mesa de diálogo entre el Gobierno central y de la Generalitat, pactada por el PSOE y ERC para facilitar la investidura, tenía que reunirse antes de que terminara julio. Es casi imposible que se cumpla esa previsión hecha tanto por el Gobierno como por los republicanos y ambos coinciden en señalar a Junts per Catalunya como el culpable de bombardear la reunión. El presidente Pedro Sánchez lo ha dicho así este miércoles en el Congreso y el pasado dio a entender lo propio la portavoz de ERC, Marta Vilalta.

“Cuando quiera la Generalitat reunirse, lo haremos; que pongan fecha, pero parece que el problema no somos nosotros, parece que es el socio mayoritario quien se niega a sentarse con el Gobierno de España”, ha dicho Sánchez en el Congreso. Las declaraciones del presidente llegan después de que el propio líder catalán, Quim Torra, asegurara ayer martes que dudaba de la voluntad de diálogo del Gobierno y ponía como supuesta prueba el hecho de que la Fiscalía hubiera recurrido el tercer grado de cinco de los políticos presos, una idea que finalmente compartió el juez.

Es la primera vez que Sánchez señala directamente a Junts como responsable de la imposibilidad de reunir por segunda vez este foro. En otras ocasiones, la vicepresidenta Carmen Calvo se había referido a “la falta de acuerdo entre partidos” como el motivo para no convocar la mesa, pese a la voluntad expresada tanto por el Gobierno como por ERC para hacerlo una vez se celebraran las elecciones vascas y gallegas.

El pasado lunes, en la reunión posterior a la reunión de la cúpula de los republicanos, la portavoz Marta Villata fue un poco más allá en sus reproches y también puso la mira en Junts. “Queda claro que no ha sido posible y nos sabe mal que todo el mundo esté utilizando esta mesa electoralmente. Están poniendo el diálogo y la negociación dentro de un ámbito electoralista”, dijo entonces Vilalta.

La mesa de diálogo es una gran pieza del relato con que ERC intenta vender su idea de forzar al Estado a la realización del referéndum y de la amnistía a través de la negociación y la ampliación de la base del independentismo. En Junts no quieren darle la foto y menos cuando Cataluña ya está inmersa en un ambiente claramente prelectoral.

A las críticas a la mesa del pasado martes, hechas por Torra en una alocución, se sumó un comunicado de Junts en el que pide utilizar la decisión judicial que afecta a los políticos presos para “replantear la estrategia” del diálogo. “El principio de realidad evidencia que las garantías y el mediador exigidos por Junts son imprescindibles en cualquier espacio de diálogo con el Estado”, defiende la formación en el texto.

“La mesa de diálogo con el Estado no ha implicado ni un solo avance en la resolución del conflicto político entre Cataluña y España y ni tan siquiera ha servido para frenar la deriva represora contra el conjunto del independentismo”, agrega el comunicado. En ERC insiste en que no serán ellos quienes se levanten de la mesa e incluso dicen que es más necesario seguir con esa vía cuando, por ejemplo, se tiene el escándado de supuesto ciberespionaje a dirigentes de Esquerra sobre la mesa.


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