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El gol no tiene precio



Lewandowski trata de rematar un córner ante la defensa del Salzburgo.KERSTIN JOENSSON (AFP)

El gol va caro. Esta es una de las máximas en el fútbol que tantos quebraderos de cabeza provoca en las áreas deportivas de los clubes, pues siempre se persigue a un delantero que se relacione con facilidad con la puntería y que no desequilibre las cuentas, tampoco la armonía en un vestuario. Los millones se destinan sin rubor a la búsqueda porque los tantos no solo son triunfos, sino que también dan alegrías y festejos, ilusiones y realidades. Pero en un guiño caprichoso del fútbol, durante esta semana europea las delanteras referenciales —a excepción del Liverpool con Firmino y Salah, que doblegaron al Inter— han estado reñidas con el gol para reafirmar la tesis y explicar, también, que el gol en ocasiones no tiene precio.

El París Saint-Germain, que acumula estrellas en la delantera (Mbappé, Messi, Neymar, Di María…), necesitó de 22 disparos para poder superar a Courtois, que sí hizo tres buenas estiradas ante el asedio rival. El tanto llegó sobre la bocina, con un eslalon y un acierto de Mbappé, suficiente para descascarillar a un Madrid con atacantes como Benzema, Vinicius, Rodrygo o Asensio, incapaces de decir ni pío en el área rival. Más de lo mismo sucedió en el encuentro que midió al Bayern de Múnich ante el Red Bull Salzburgo, pues lo intentó en 22 ocasiones con figuras de la talla de Lewandowski, Gnabry, Sané y Müller para que solo Coman pudiera poner las tablas en el último estertor del encuentro, un balón colgado al área prolongado por Müller y resuelto a la virulé. Y el Barcelona, ya en la Liga Europa, repitió la historia porque alineó a su recién fichado tridente (Adama, Aubameyang y Ferran Torres) para acorralar al Nápoles en el segundo tiempo, pero necesitó de 21 remates para poder hacer un tanto, y desde el punto de penalti.

Sucede, en cualquier caso, que no es sencillo que los delanteros brillen tanto como en décadas pasadas, cuando había más espacios y cuando no todos eran atletas. “Siempre ha sido más fácil defender que atacar, pero ahora hay mucho trabajo de los cuerpos técnicos para negar las ofensivas rivales”, recuerda Andoni Zubizarreta, que ha ocupado las direcciones deportivas del Athletic, Barcelona y Olympique de Marsella; “además, se exige que la capacidad de finalización todavía sea más rápida y más precisa porque se juega en espacios más reducidos y los porteros también son mejores”. En esa línea se mueve Albert Valentín, que trabajó en la secretaría técnica del Espanyol y del Barça, ahora director técnico del Al Rayyan catarí: “El fútbol evoluciona en el campo y en la libreta, y el trabajo táctico es de escuadra y cartabón, lo que hace que la diferencia entre los jugadores masa sea menor. Y puede ser que falten nueves goleadores porque ya no es sencillo marcar con un simple centro porque está trabajado cerrar líneas de pase, las coberturas, cómo defender los balones colgados al área, dónde presionar, la reducción de espacios…”. Aunque Jorge Valdano, exjugador y entrenador del Madrid, Tenerife y Valencia, aumenta: “Es que un jugador históricamente eficaz se puede permitir tener un mal día. Desconciertan los datos porque Lewandowski, Messi, Mbappé siempre te dan garantías, pero con el tiempo siempre responden”.

La negación del rival la evidencia el Barcelona, que desde que llegó Xavi solo ha ganado dos encuentros —de los 18 que ha disputado— por más de un gol de diferencia. O el Madrid, que en los últimos cuatro partidos (Athletic en Copa, Granada y Villarreal en la Liga, y PSG en la Champions) ha realizado 51 disparos y solo ha marcado un tanto. Esta semana, además, el Bayern recibió cuatro goles del colista, el Bochum, del mismo modo que el Atlético de la delantera rimbombante con Suárez, João Felix, Correa y compañía no pudo con el Levante en el Wanda. La diferencia es que el PSG, el Bayern, el Barcelona y casi siempre el Madrid consiguen marcar su tanto, aunque sea sobre la bocina. “Todos estos equipos son ofensivos, no juegan solo al contragolpe y son capaces de marcar en el último momento porque mantienen la capacidad ofensiva hasta el final y porque han sometido al rival a un desgaste enorme. Es la consecuencia de la persistencia”, entiende Andoni Zubizarreta. “En esos compases finales, uno tiene la necesidad de arriesgar y se olvida de todo para colgar la pelota al área, a la vez que el otro tiene miedo a perder lo ganado y se acaba metiendo en su área. Son momentos circunstanciales”, se suma Albert Valentín. “Eso y que lo importante es el pase de gol, pues se ha sobrevalorado la clase media del delantero y se ignora la calidad de la entrega”, añade el entrenador argentino Ángel Cappa, que dirigió a Las Palmas, River Plate y Tenerife entre muchos otros.

“El tanto, hijo del juego”

Ante tanta carencia de puntería en la jornada europea y con la certeza de que es más sencilla destruir que generar, la contraria la llevó el Manchester City, otro equipo que se define por la perseverancia en el ataque. Logró frente al Sporting de Portugal cinco goles como cinco soles; equipo que, sin embargo, no cuenta con un ariete sino que se expresa con mediapuntas o falsos nueves. Foden, Mahrez, Bernardo Silva y Sterling —único extremo puro— firmaron los tantos.

“Eso indica que es más importante la gestión de la jugada con inteligencia, velocidad… El City fabrica el fútbol desde atrás y origina situaciones de gol claras y no forzadas, por lo que eso deriva en que no solo tenga un goleador único”, desliza Cappa. “El City nos demuestra que el gol es el hijo del juego y no de los especialistas”, se suma Valdano. “El City tiene jugadores de altísima calidad y bien seleccionados para lo que quieren hacer. Guardiola siempre está innovando y aporta soluciones ofensivas que sorprenden al rival. Le tapan y él destapa. Aporta soluciones ante casi todas las defensas, lo que no quiere decir que esos centrocampistas o defensas no sean tan caros como los delanteros”, interviene Valentín.

Pero está claro que los delanteros cuestan más porque ponen el punto final al juego. “Y ahora serán más caros porque vivimos una sobreexposición comercial de Mbappé y Haaland”, señala Zubizarreta, que se explica; “son los jugadores que necesita el mercado porque son jóvenes, tienen un indiscutible valor futbolístico y un recorrido comercial muy largo. Eso al mercado le gusta. Entre otras cosas porque se buscan los sustitutos de los messis y cristianos”. Aunque Valentín recuerda: “Quizá no valen tanto por su edad, pero Lewandowski y Benzema son el mejor ejemplo del delantero total en el panorama internacional”. Y Cappa interviene: “Cualquiera de ellos te marca la diferencia. El problema está cuando un día no lo hacen y el equipo no le acompaña”. Pesar que resumió en su día Ronaldo Nazario con una frase lapidaria en primera persona: “Cuando metes gol, eres grande. Cuando no, estás gordo”. Y en esta jornada europea a las delanteras les sobraron michelines.

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