El grafeno es el material del futuro que cambiará nuestras vidas

El grafeno es el súper material del futuro y hace años está siendo desarrollado en diversos centros de investigación en todo el mundo.

Está siendo estudiada su aplicación en un enorme número de productos, como en los smartphones, automóviles autónomos, transportes en general y para procesadores más potentes con un menor consumo energético. Veamos el porqué.

El grafeno cambiará nuestras vidas

Si bien se conoce su existencia desde el año 1930, sus aplicaciones prácticas comenzaron a hacerse evidentes con el crecimiento de la industria de la electrónica de consumo.

El grafeno posee una estructura química tan particular, que le convierte en un material ideal para el desarrollo de circuitos integrados.

En el año 2010, Andre Geim y su colega Konstantin Novósiolov recibieron el premio Nobel de Química por este logro. Y en la entrevista que Geim ofreció a la Academia del Nobel, describió su sentir en relación con este material:

“Al estar involucrado en la investigación del grafeno, no soy inmune a pensar también en para qué sirve este material. Tengo una lista de superlativos: es el más delgado, el más fuerte, el mejor conductor eléctrico, el mejor conductor térmico y el más flexible”.

Todavía no podemos saber cuán importante serán sus aplicaciones, pero la esperanza de Geim, según sus palabras, es que este descubrimiento será tan importante para la humanidad como el descubrimiento del bronce o el hierro.

A las empresas y corporaciones les ha llamado la atención su resistencia y su potencial como componente en circuitos electrónicos. Y es que el material es tan innovador que incluso podrían fabricarse prendas de vestir que fueran capaces de cargar dispositivos electrónicos con solo usarlos, o edificios que pudieran aprovechar el movimiento de las personas para generar electricidad.

Uno de los principales obstáculos es la dificultad que existe para producirlo. Con las técnicas actuales, es posible producir muy poca cantidad de grafeno a partir del grafito.

Pero, desde el año 2017, investigadores de la Universidad de Illinois descubrieron una nueva forma de producir grafeno a bajo coste: se usa agua carbonatada y un electrolito para descomponer químicamente al grafito y así separar el sustrato del grafeno.

Esta nueva técnica de extracción ha permitido que el novedoso material esté disponible en volúmenes mayores, lo que permitirá que los estudios que se realizan para sus posibles usos futuros no sea tan costoso. Gracias a ello, seguramente habrá pronto nuevas novedades sobre el grafeno, el material que puede cambiar nuestras vidas.


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