Se viven momentos de mucha tensión. Cuando parecía que Tamara Falcó iba a cumplir su sueño de pasar por el altar, una infidelidad por parte de Íñigo Onieva rompió todos los esquemas. Desde ese momento, la marquesa de Griñón supo que su historia de amor había llegado a su fin. En medio del revuelo mediático, la hija de Isabel Preysler ha retomado sus compromisos oficiales y se ha desplazado hasta Méjico en un intento de poner tierra de por medio al escándalo. Sin embargo, sin noticias del empresario. Pese a que la prensa no cesa la actividad en la puerta del domicilio familiar, ni rastro de él.
A quienes sí se les ha visto entrar y salir de la casa han sido a su madre, que se rompía en llanto debido a la presión de la situación, a su hermana Alejandra y ahora, a su hermano Jaime, que no ha querido dar declaraciones sobre el duro momento que está atravesando el clan Onieva al completo. Pese a que los medios de comunicación han hecho su trabajo de la mejor forma posible, la presencia de la prensa no ha sentado nada bien al protagonista de la noche, que ha perdido los nervios como nunca antes lo había hecho.
“Tenéis un trípode ahí que me está molestando. ¿Os importa quitarlo, por favor?”, ha comenzado diciendo cuando intentaba aparcar su coche. Saturado por la situación, el hermano de Íñigo ha vuelto a increpar a los periodistas allí presentes:“¿Me podéis quitar el trípode o lo tiro al suelo?”. Unas malas formas que podrían indicar cómo está viviendo el ex cuñado de Tamara Falcó este revuelo mediático. Sin querer responder a ninguna pregunta, ha continuado dirigiéndose a la prensa en tono de enfado: “Apartad, por favor”. Pese a todo, tras salir del vehículo, ha dado las buenas noches a los allí presentes en un intento de cesar el interrogatorio hacia su persona.
Y es que, después de las declaraciones de la marquesa de Griñón en las que dejaba claro que su ex prometido ya no iba a estar más en su vida, esta ha querido también desvincularse por completo de su círculo más cercano, empezando por borrarles de las redes sociales. Una actitud que sentencia por completo su historia de amor. Sin embargo, la hija de Isabel Preysler, pese a haber borrado la fotografía del compromiso de su feed de Instagram, no ha querido eliminar las instantáneas que tiene con el hombre que había conseguido robarle el corazón. Un giro de actitud de la socialité que no ha importado por completo a los hermanos de Íñigo. “No soy muy fanático de las redes, muchas gracias”, ha respondido tajante Jaime a la prensa. En ese instante, el protagonista ha entrado en la casa familiar acompañado -y en cierta medida escoltado- por siete de sus amigos y, apartando con su brazo las cámaras que le apuntaban, ha zanjado su intervención con el más absoluto silencio.
Hasta la fecha, no hay ni rastro de Íñigo Onieva. No se sabe dónde se encuentra ni cómo está, aunque son varios los rumores que apuntan a que el empresario podría haber abandonado España en un intento de poner tierra de por medio a la polémica. Tampoco se sabe si en algún momento dará la cara para explicar lo sucedido al igual que hizo con el vídeo viral y así conseguir alejar a su familia del foco mediático. Sea como fuere, lo que está claro es que el ingeniero no está atravesando su mejor momento.
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