Cuando la mayoría de la gente piensa en los agujeros negros, los considera peligrosos y destructivos. Entonces, ¿cómo encontró la NASA una creando nuevas estrellas?
La NASA usó recientemente el Hubble para estudiar un lejano calabozo, y lo que encontraron es bastante sorprendente. Desde su lanzamiento en 1990, Hubble ha demostrado ser una de las mejores herramientas de exploración espacial que existen. Proporcionó información invaluable sobre el universo, descubrió nuevas galaxias y capturó fotos asombrosas que de otro modo serían imposibles.
Además de planetas distantes y fascinantes nebulosas espaciales, los astrónomos también han utilizado el Hubble para analizar agujeros negros. Entre todas las entidades conocidas del universo, los agujeros negros son los más fascinantes. Es una sección del espacio exterior donde la gravedad se vuelve tan poderosa que nada puede escapar, ya sean estrellas, polvo espacial o incluso la luz. Los agujeros negros son destructivos por naturaleza, y eso es lo que hace que este último descubrimiento del Hubble sea tan fascinante.
El 19 de enero, la NASA publicó un informe sobre la galaxia Henize 2-10. Henize 2-10 es una galaxia enana, tiene un agujero negro en su centro y está ubicada a 30 millones de años luz de la Tierra. También es una galaxia que dejó absolutamente perplejos a todos cuando se descubrió por primera vez hace 10 años. Durante una década, los astrónomos han estado observando Henize 2-10 y tratando de entender si las galaxias enanas tienen agujeros negros de tamaño similar a los de las galaxias más grandes. Mientras usaba el Hubble para examinar más de cerca a Henize 2-10, la astrónoma Amy Reines descubrió algo increíble. El agujero negro de Henize 2-10 no está destruyendo estrellas cercanas en absoluto. De hecho, los está “haciendo eructar” y creando otros nuevos.
Cómo este agujero negro está creando nuevas estrellas
La idea de que un agujero negro genere estrellas en lugar de engullirlas puede sonar ridícula, pero existe ciencia confiable que explica cómo sucede esto. A 230 años luz del agujero negro de Henize 2-10 se encuentra una región de formación estelar. Conectando esa región y el agujero negro hay una salida de gas, que según la NASA está actuando “como un cordón umbilical a una guardería estelar brillante”. Antes de que se creara el flujo de salida, esta región del espacio ya estaba llena de una densa cantidad de gas. Una vez que el agujero negro creó el flujo de salida, moviéndose a una velocidad de 1 millón de millas por hora, golpeó el gas. “como una manguera de jardín golpeando un montón de tierra y extendiéndose”. Por lo tanto, las estrellas recién nacidas están conectadas directamente con el agujero negro de Henize 2-10.
No es raro que los agujeros negros interactúen con acumulaciones de gas espacial, pero con galaxias más grandes y agujeros negros, el efecto suele ser el contrario. Normalmente, cualquier material que se acerque demasiado a un agujero negro queda atrapado en su campo magnético. Cuando esto le sucede a una nube de gas con un gran agujero negro, se calienta hasta el punto en que es imposible que forme estrellas. Dado que el agujero negro en Henize 2-10 es más pequeño de lo habitual, tiene un flujo de salida menos intenso y trabaja con el gas vecino. solo bien para empezar a crear nuevas estrellas.
Este descubrimiento no solo pinta una imagen más clara de Henize 2-10, sino que también abre la puerta a una mejor comprensión de los agujeros negros en general. Usando este nuevo conocimiento sobre Henize 2-10, los astrónomos pueden comenzar un examen más detallado de cómo y por qué se forman los agujeros negros supermasivos. El origen de lo supermasivo agujeros negros sigue siendo un misterio hasta el día de hoy, pero Henize 2-10 puede contener las claves para comprenderlos adecuadamente.
Fuente: NASA