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El huracán ‘Julia’ deja un reguero de destrucción en Nicaragua

El huracán ‘Julia’ deja un reguero de destrucción en Nicaragua

La tormenta tropical Julia salió de Nicaragua la tarde del domingo y dejó un reguero de destrucción tras quince horas de azote: unas 2.000 viviendas vueltas escombros y 3.000 inundadas. Más de 1.500 familias fueron afectadas a su paso por la costa caribeña del país centroamericano como huracán de categoría uno. La vicepresidenta, Rosario Murillo, afirmó que no hubo víctimas mortales y que el viento y las fuertes lluvias solo causaron cuantiosos daños materiales.

El Caribe, el centro y el Pacifico sur de Nicaragua fueron las zonas más golpeadas por las ráfagas y en especial las lluvias que desbordaron unos 70 ríos. A pesar de que Julia ya ha salido de territorio nicaragüense tras golpear con dureza el archipiélago colombiano de San Andrés, Providencia y Santa Catalina y se dirige hacia México como tormenta tropical, las precipitaciones van a persistir en un momento en que la tierra está totalmente saturada. Antes de la salida de Julia de Nicaragua, el Gobierno sandinista decretó alerta roja para todo el territorio nacional, dejando sin efecto la alerta amarilla que impusieron el 8 de octubre pasado.

La vicepresidenta Murillo, desde su casa en Managua, dijo a través de los medios oficialistas que las cifras de afectaciones pueden incrementar en las próximas horas. Las autoridades todavía no han contabilizado una gran parte de los daños que dejó el fenómeno. Por su parte, Guillermo González, director del Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (Sinapred), detalló que habilitaron más de 600 albergues en la zona del impacto directo de Julia.

“La gran mayoría de las personas, más de 8000, fueron albergadas en casas de familias, en casas solidarias, además se han utilizado más de nueve refugios y 24 albergues, que han tenido en su seno a casi 2000 personas para que pudieran enfrentar los primeros momentos del impacto del fenómeno”, explicó González.

Este lunes, con las inundaciones amainando, los destrozos de viviendas y calles son mucho más evidentes. En la ciudad de Nandaime, en el departamento de Granada, las corrientes levantaron adoquines de las calles, arrancaron árboles y los pobladores intentan ahora rescatar sus enseres en medio del lodo. Por ahora, la comunicación con la región del Caribe de Nicaragua no ha podido ser restablecida en las zonas donde Julia se desplazó como huracán.

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