Podríamos pensar que los coches y los aviones son completamente diferentes, pero hay un sistema de seguridad que comparten ambos medios de transporte. ¿Adivinas cuál es? Se trata de la caja negra. Actualmente, casi el 99,5% de los vehículos nuevos en EE.UU circulan con una caja negra, cuyo nombre oficial es «registrador de datos de incidencias».
Caja negra en los coches y aviones
Desde julio de 2022, todos los nuevos modelos de coche que salgan al mercado en la Unión Europea deberán incorporar una caja negra que, en caso de accidente, registre todo lo sucedido. También deberán llevar un limitador de velocidad. El objetivo para 2038 es reducir en 25.000 el número de fallecidos y en 140.000 los heridos graves en accidentes de tráfico.
«Los nuevos elementos de seguridad avanzados y obligatorios ayudarán a reducir el número de víctimas. También nos aseguramos de que nuestras reglas nos permiten introducir de forma segura los vehículos autónomos y sin conductor en la UE», explicó la vicepresidenta de la Comisión responsable de Digital, Margrethe Vestager, en un comunicado.
Los nuevos coches tendrán que incorporar una caja negra que, del mismo modo que la de los aviones, registrará determinados datos en los momentos previos a un accidente: si el conductor frenó, la velocidad de circulación, si se produjo algún problema técnico…
En un principio, la medida generó ciertas dudas acerca de la protección de datos. Sin embargo, se ha regulado de tal manera que la información que recopilan las cajas negras sólo se podrá utilizar para investigar accidentes. En ningún caso podrá usarse para identificar al propietario de un vehículo.
Ahora bien, a diferencia de la caja negra de los aviones, la de los coches no graba vídeo ni audio. Cada país, en base a su propia legislación, puede decidir cuánto tiempo queda registrado antes y después del accidente.
Por ejemplo, en Estados Unidos, la National Highway Traffic Safety Administration (Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras) exige 5 segundos de información antes del accidente. Ahora, quiere ampliar este tiempo a 20 segundos.
En el caso de la Unión Europea, en principio exige los 30 segundos anteriores y los 5 segundos posteriores al accidente.
Limitador de velocidad
Por su parte, el limitador de velocidad, tal y como su propio nombre indica, avisará a los conductores cuando circulen por encima de la velocidad máxima permitida en la vía. Lo hará con una vibración o pitido, y, además, el sistema activará un mecanismo para que resulte más complicado pisar el acelerador.
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